Carlo Acutis, quien con su testimonio de santidad inspira estas líneas, rezaba el Rosario todos los días y esto no hizo que dejara de sonreír, que dejara de ser alegre, que perdiera simpatía frente a los demás, que se convirtiera en un joven anticuado
Lo primero que se debe hacer es hacer un trabajo sobre uno mismo que incluya también los propios elementos inconscientes, que integra todas las partes de la vida, desde la afectividad hasta la sexualidad
«Cuando nos parece que todos nos ignoran, que a nadie le interesa lo que nos pasa, que no tenemos importancia para nadie, él [Jesús] nos está prestando atención»
Al centrar la mirada en el arte cristiano se nos propone tres dimensiones: teológica, antropológica y cosmológica. Estas tres son de gran significado en el contexto cristiano, pues son términos profundos que establecen más que una paleta de colores, ofrecen un auténtico significado
Es necesario recordar que quien ayuda y acompaña en el proceso como director espiritual o confesor, ha de haber tenido la ocasión de trabajar sobre sí mismo, reconociendo su proceso de sanación y crecimiento integral