Sobre la tumba del santo que comprendió la fraternidad en cada criatura de Dios y la transformó en una canción intemporal. A partir de ahí comienza la nueva etapa del Magisterio del Papa que ha elegido llevar el nombre del Santo de Umbría. Después de La Lumen fidei (2013) y Laudato si’ (2015) – que también se hace eco en el título del Cántico de las Criaturas – esta vez es la ciudad del Poverello la que celebrará la tercera Encíclica «Fratelli tutti (Hermanos todos)» sobre la fraternidad y la amistad social, que se inspira en el título de los escritos de San Francisco: «Miremos, todos los hermanos, al buen pastor que sostuvo la pasión de la cruz para salvar a sus ovejas». (Admoniciones, 6, 1: FF 155)
El Papa lo firmará en la tarde del 3 de octubre, después de haber llegado a Asís a las 15 horas y haber celebrado la misa en la Basílica inferior. Una celebración todavía condicionada por la pandemia, ya que el director de la Oficina de Prensa del Vaticano, Matteo Bruni, informó de la información de la Prefectura de la Casa Pontificia, según la cual por deseo de Francisco, la visita «se realizará de forma privada, sin ninguna participación de los fieles», «debido a la situación sanitaria». Tan pronto como la celebración termine, el Papa regresará al Vaticano.
En el corazón de un Magisterio
El título del último documento se refiere a un valor central del Magisterio de Francisco, que en la noche de su elección, el 13 de marzo de 2013, se presenta al mundo con la palabra «hermanos». Y hermanos son los invisibles que abraza en Lampedusa, los inmigrantes, en su primera salida del Pontificado. Shimon Peres y Abu Mazen que dan la mano al Papa en 2014 son también un ejemplo de esa fraternidad que tiene como objetivo la paz. Hasta la Declaración de Abu Dhabi del año pasado, también en este caso un documento sobre la «hermandad humana» que, según Francisco, «nace de la fe en Dios que es Padre de todos y Padre de la paz».
Sorrentino: del gesto del Papa la fuerza para empezar de nuevo
Con la del 3 de octubre habrá cuatro visitas del Papa a Asís, después de las etapas del 4 de octubre de 2013 y la doble visita de 2016, 4 de agosto y 20 de septiembre. Un regreso que el obispo de la ciudad, Domenico Sorrentino, espera con «emoción y gratitud», como leemos en una declaración. «Mientras el mundo sufre una pandemia que pone en dificultades a tantos pueblos y nos hace sentir hermanos en el dolor, no podemos dejar de sentir la necesidad de convertirnos sobre todo en hermanos en el amor», escribe monseñor Sorrentino, que habla de la «fraternidad cósmica» de San Francisco. «Este gesto del Papa Francisco -concluye el obispo de Asís – nos da nuevo valor y fuerza para ‘recomenzar’ en nombre de la fraternidad que nos une a todos».
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