SABATINO DIOCESANO
El Táchira se ha distinguido siempre por su profundo amor a la Virgen, por su profunda devoción mariana, manifestada de maneras muy distintas, pero siempre con un profundo sentido religioso. En este sentido, recordamos hoy la profunda devoción y culto que Lobatera ha brindado, brinda y brindará al lienzo sagrado de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá.
En el año 1974, esta zona del estado celebraba el bicentenario de la creación de la cofradía y de las ferias en honor a esta hermosa advocación de la Virgen María.
El próximo jueves 24 de septiembre se cumplen 46 años (1974-2020) de que, con ocasión del jubileo bicentenario, Mons. Carlos Sánchez Espejo, excelente predicador, pronunciara un discurso en el Templo Parroquial de Lobatera. Este elocuente y cronológico discurso se resume en los siguientes puntos:
PÁGINAS DE UN LIBRO…
Una hoja, amarillenta por los años, conservada hasta entonces en el despacho de la Parroquia de Lobatera, contiene las firmas de las autoridades que ordenan y establecen las ferias y la cofradía de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, en 1774.
SOBRE LAS RUINAS DE UN PUEBLO…
En 1849 y 1875 unos fuertes movimientos sísmicos redujeron la población a escombros, muchos abandonaron buscando un mejor lugar para habitar, pero ortos tantos se quedaron para reedificar sus casas y junto con ellos, en medio de las pocas cosas que se salvaron del terremoto está el lienzo de la Virgen, ese que aún hoy se venera.
UNA TRADICIÓN…
La alegría de la cultura venezolana también se pone de manifiesto en las celebraciones religiosas, de manera particular en las fiestas que Lobatera prepara a la Virgen, que es una tradición que corre de generaciones en generaciones y que se aviva con el pasar de los años.
Hace 246 años se celebraba el inicio de estas fiestas y la fundación de la cofradía organizadora, fue un principio con buen pie, y con ese mismo entusiasmo llega hasta nuestros días.
Que al recordar un discurso escrito y pronunciado hace 46 años en memoria de un bicentenario, que nos deja pinceladas de recuerdos, sea un impulso a amar, hacer, y estudiar la historia de nuestra Diócesis, con la plena conciencia de que con la historia también se evangeliza.
Carlos Peña
@seminarista.carlos