En un intento por frenar la escalada del dólar de los últimos días, la administración de Nicolás Maduro decidió poner en marcha acciones que, a simple vista, tendrán un nulo efecto en la drástica devaluación del bolívar y podría acelerar el alza de la divisa norteamericana.
Sin mayor explicación y a través de su cuenta en Twitter, la vicepresidenta y ministra de Finanzas (encargada), Delcy Rodríguez, informó en la madrugada del miércoles 25 que a partir de ahora las transacciones en divisas dentro de una entidad bancaria pagarán un impuesto superior al que se estipula en las grandes transacciones financieras de las operaciones en bolívares.
Según lo indicado, se prevé que para ello se modifique la Ley de Impuesto a los Grandes Patrimonios creada en el año 2019, cuya alícuota impositiva es de entre 0,25% y 1,50% del valor del patrimonio neto.
Por otra parte, se infiere que las únicas transacciones que -hasta ahora- deberán pagar este tributo, serán las operaciones de compra y venta que se ejecutan actualmente entre bancos y casas de cambio a través de las mesas de cambio. No está claro, si se cobrará este impuesto a aquellas transacciones en divisas entre clientes de un mismo banco, las cuales se ejecutan a través de las cuentas custodias.
Otra de las «medidas» anunciadas por Rodríguez apunta a «habilitar aliados comerciales” de las casas de cambio, aumentando así el número de prestadores del servicio. Esto significa, que estos comercios podrán también canjear divisas.
Igualmente, Rodríguez indicó que la Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario (Sudeban), aumentará «considerablemente» los límites para transacciones con tarjetas de débito y transferencias electrónicas, tanto para personas naturales como personas jurídicas.