Cada primero de mayo se conmemora el Día Internacional del Trabajador, en defensa de reivindicaciones salariales y laborales para la clase obrera.
Por segundo año consecutivo, el mundo recibe este día en pandemia, con un fuerte crecimiento en las cifras de contagios por el SARS-CoV-2.
A pesar de ello, los reclamos por condiciones que permitan tener una mejor calidad de vida, no se han detenido y Venezuela no ha sido la excepción.
El Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS) reportó 7 mil manifestaciones en toda el país, lo que equivale a más del 90 % por derechos económicos, sociales, culturales y ambientales, en los primeros nueve meses de 2020.
La mayoría fueron protagonizadas por trabajadores, en rechazo a medidas públicas deficientes que profundizan la compleja crisis que impacta con mayor fuerza a los grupos vulnerables.
Los sindicatos han sostenido que el salario ha sido la principal víctima de la hiperinflación y también de la dolarización.
Al hablar de la experiencia venezolana el reto resulta mayor, entre otras cosas por las dificultades que suponen el acceso a internet, costos y fallas en servicios básicos a la hora de ejercer el teletrabajo.
Hoy los trabajadores de los distintos sectores exigen un plan de vacunación amplio contra la covid-19 que permita mantener la actividad económica operativa en medio de la pandemia. (Unión Radio)