El mandatario Nicolás Maduro adelantó que en un futuro, cuando la pandemia esté bajo control, podría recibir al Secretario de Estado de la Santa Sede de la Iglesia Católica, el cardenal Pietro Parolin.
Durante un acto de conmemoración al Nuncio Apostólico en Venezuela, Aldo Giordano, por su salida del país al ser transferido por el Vaticano como representante ante la Unión Europea, el mandatario confesó que le gustaría darle la bienvenida a Parolin, tras recordar que fue el anterior Nuncio Apostólico en Venezuela, durante 2009 y 2014.
«Antes había estado mi amigo Pietro Parolin, nombrado secretario de Estado por el Papa Francisco, el canciller del Vaticano. Espero que una vez que pase esta pandemia y tengamos alto nivel de control, quizás en 2022, tengamos el honor de recibir una visita de Pietro Parolin», expresó.
Parolin estuvo a punto de visitar Venezuela para encabezar la ceremonia de beatificación de José Gregorio Hernández, el pasado 30 de abril. Sin embargo, debido al brote de covid-19 en el país, canceló el viaje y el acto fue liderado por Giordano.
En su alocución, Maduro agradeció el trabajo de Giordano para «fortalecer los lazos» institucionales con la Iglesia Católica y el Papa Francisco, además de felicitarlo por abogar por el diálogo y la paz en los últimos siete años.
En este sentido, recordó que Giordano arribó al país en un contexto de protestas antigubernamentales de 2014. Pese a que celebró el discurso de paz del representante eclesiástico, los cuerpos de seguridad del Gobierno reprimieron a los manifestantes, dando origen a más de 40 muertes y cientos de heridos entre febrero y mayo de 2014.
Pese a la congratulación oficialista, Giordano declinó recibir la condecoración que iba a entregar el gobierno chavista, al asegurar que su labor no persigue honor personal.
«He decidido rechazar la condecoración porque el Papa dice que somos míseros representantes de un país y no vamos a buscar honor», expresó.
Maduro también hizo énfasis en sus encuentros con el Papa, con quien se comparó por las fechas en las que ambos asumieron el liderazgo de Venezuela y de la Santa Sede, respectivamente.
«A mí me eligieron presidente el 14 de abril. El papa y yo hemos estado prácticamente canonizados, entronizados al poder en la misma época. Llevamos la misma carga, la misma fuerza», expresó.
De igual forma, recalcó su encuentro con Francisco en 2014, para insinuar que plantó la semilla que acabaría en la beatificación de José Gregorio Hernández, concretada hace poco más de un mes.
«Yo hice una visita para conocerlo. Conversamos muchos temas, pero más de la mitad del tiempo la dedicamos a hablar sobre José Gregorio Hernández. Yo le regalé una estatuilla de madera hecha a mano. Desde ahí el Papa Francisco, siempre que me escribe o tenemos oportunidad de que un amigo común se entreviste con él, manda un mensaje sobre el proceso de beatificación del santo del pueblo», subrayó.
fuente: Tal Cual