Fe creída, Fe vivida
Caritas in Veritate (CV) es la primera Carta Enciclica social de Benedicto XVI. Fue escrita para conmemorar los 40 años de la Popolorum Progressio (PP) de san Pablo VI, sin embargo, no salió en 2007 cómo estaba prevista, ya que necesito de dos años más. Fue firmada el 29 de junio y publicada el 07 de julio de 2009. Tiene como tema central EL DESARROLLO HUMANO INTEGRAL EN LA CARIDAD Y EN LA VERDAD. “Manifiesto mi convicción de que la Populorum Progressio merece ser considerada como “la Rerum Novarum de la época contemporánea”, que ilumina el camino de la humanidad en vías de unificación” (CV 8).
¿CUÁL ES SU CONTEXTO?
El actual sistema económico neoliberal y neocapitalista era incapaz de solucionar los problemas del mundo, esto hacia ver que ningún otro sistema económico había producido tanta riqueza simultáneamente con la pobreza, miseria y hambre a nivel mundial. Era la presencia de una cultura dominante que no respondía a las necesidades de los más pobres sino de los más ricos, incrementando personas consumistas, productivistas y hedonistas.
La pobreza, el hambre y el sufrimiento de tantos son los síntomas de un profundo problema en dos perspectivas. A NIVEL RELIGIOSO se ha dejado de creer en Dios optando por la idolatría del dinero. A NIVEL MORAL el hombre esta enfocado en la codicia, ambición, afán de poder y tener llevándolo a ser un hombre individualista y egoísta, esto trae como consecuencia la precariedad laboral, la pobreza, la exclusión y marginación.
¿CUAL ERA EL OBJETIVO?
Dar una luz a la situación ya descrita y clarificar que la DSI responde a la dinámica de la Caridad desde la Verdad en la sociedad. Los problemas ya mencionados, necesitan una formación desde la conciencia y responsabilidad social, y esto se logrará partiendo desde los PRINCIPIOS DE REFLEXIÓN Y CRITERIOS DE JUICIO de todas las Encíclicas Sociales, presentadas en artículos anteriores, que se concretan aquí y ahora en DIRECTRICES DE ACCIÓN. Por tanto, con esta Encíclica se busca actualizar la enseñanza sobre el desarrollo humano integral de san Pablo VI, ya iniciada con la SRS de san Juan Pablo II.
¿CÓMO LOGRARLO?
La fuerza que impulsa un desarrollo integral en cada persona y la humanidad es la Caridad en la Verdad. LA CARIDAD ES LA VÍA MAESTRA DE LA DSI y esta debe practicarse a la luz de la Verdad. Sin la Verdad, la Caridad es reducida a un ámbito privado de relaciones, excluyendo proyectos y procesos para construir un desarrollo humano sin alcance universal. La Caridad en la Verdad es el principio sobre el que gira la DSI que se vuelve operativo a través de la justicia y el bien común. Por tanto, LA IGLESIA NO OFRECE SOLUCIONES TÉCNICAS, SU MISIÓN ES FORMAR EN ESA VERDAD a favor de una sociedad que dignifique a la persona y busque el bien de todos.
¿QUÉ RECUERDA CARITAS IN VERITATE DE LA POPULORUM PROGRESSIO?
Que la Iglesia en su ser y actuar al anunciar y celebrar lo hace desde la Caridad que busca promover el desarrollo integral del hombre que abarca todas sus dimensiones. CV afirma que la PP es una Encíclica actual, ya que el progreso y desarrollo es una vocación que nace de una llamada transcendente y supone la libertad responsable de la persona y los pueblos desde la Verdad.
EL DESARROLLO HUMANO EN NUESTRO TIEMPO
La crisis que vivimos nos lleva a revisar nuestro camino, permitiendo desarrollar nuevas formas de compromiso personal y social, la crisis se convierte en una ocasión para discernir y proyectar en una forma nueva. Para ello, es necesario liberarse de las ideologías, la corrupción e ilegalidad en el comportamiento de los sujetos económicos y políticos, la violación de los derechos humanos y de los trabajadores, el desvió de las ayudas internacionales…
¿CÓMO PUEDE PLASMARSE UN DESARROLLO INTEGRAL? CV presenta 4 puntos de vista:
- El político, con una renovada valoración del papel de Estado que responda a las necesidades de cada país.
- El social donde el mercado global ha reducido la red de seguridad social, originando que las organizaciones sindicales tengan dificultad a la hora de representar los intereses de los trabajadores; unido a la movilidad y desregulación laboral que ha llevado a una inestabilidad psicológica, deterioro humano, incertidumbre y dependencia. Por tanto, el primer capital a cuidar y valorar es la persona humana.
- El cultural. Hoy en día se piensa en las culturas como superpuestas unas a otras y el bajo nivel cultural coinciden en separar la cultura de la naturaleza humana.
- El derecho a la vida, la alimentación, al agua; son derechos universales sin distinción.
SOLIDARIDAD Y DESARROLLO ECONÓMICO
La Caridad en la Verdad coloca al hombre ante la experiencia de la gratuidad que crea comunión, la cual nace de la Palabra de Dios que nos convoca. Por ello, es importante formas internas de solidaridad reciproca en el mercado, para que cumpla su función económica al reconocer a los hombres como una riqueza, alejando la concepción errónea de una economía de mercado estructurada sobre una cuota de pobreza y subdesarrollo.
La actividad económica tiene que estar ordenada a la construcción del bien común, para ello necesita de la justicia que la rija, ya que la obtención de recursos, la financiación, la producción y el consumo tienen implicaciones morales.
La empresa no debe buscar solo los intereses de sus propietarios, sino también de los que contribuyen a que la empresa salga adelante, (trabajadores, clientes y proveedores). Invertir tiene siempre un significado económico y moral.
En este sentido, vale la pena recordar que el desarrollo esta muy unido a los deberes que existen entre el hombre y el ambiente. El hombre debe gobernar responsablemente la naturaleza. Cuando se respeta la ecología humana en la sociedad también la ecología ambiental se beneficia.
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LA COLABORACIÓN DE LA FAMILIA HUMANA
Una de las más hondas pobrezas que el hombre puede vivir es la soledad, esto produce alienación en él y entorpece el desarrollo de los pueblos, ya que en el sentirse familia, comunidad y pueblo es donde el hombre se realiza plenamente, es necesaria la relación y la comunión a imagen de la Trinidad. Veamos algunos puntos:
LA RELIGIÓN puede contribuir al desarrollo, solo si Dios tiene un lugar en la esfera pública en su dimensión cultural, social, económica y política. La DSI precisamente nació para reivindicar esta carta de ciudadanía de la religión cristiana.
LA SUBSIDIARIDAD es el antídoto más eficaz contra cualquier forma de asistencialismo paternalista. Subsidiaridad esta íntimamente relacionado con el principio de la solidaridad, es por ello que la cooperación para el desarrollo no es solo desde lo económico sino desde el encuentro cultural y humano.
LA MIGRACIÓN en su gran dimensión y problemática social, económica, política, cultural y religiosa hace difícil gestionar soluciones. Lo primero en determinar es que el migrante es una persona con derechos inalienables que deben ser respetados.
LA DIGNIDAD DEL TRABAJO se ve violentada con el aumento de la pobreza a causa del desempleo. Las finanzas mal gestionadas han dañado la economía, es necesario volver a encaminar la producción de una mejor riqueza donde todos sean beneficiados, una experiencia podría ser la micro financiación.
LOS MCS deben descubrir su finalidad antropológica, es decir, que son medios para humanizar, logrando la comunión entre la familia humana y la sociedad.
CV hace una invitación a la reforma de la ONU, a una arquitectura económica y financiera internacional, a la presencia de una Autoridad política mundial ordenada a la realización del bien común que se comprometa con la realización de un auténtico desarrollo humano integral inspirado en los valores de la Caridad en la Verdad.
CONCLUSIÓN: Los términos Caridad y Verdad fundamentales en Benedicto XVI, representan la esencia de la revelación cristiana. Son el origen de la DSI. Solo en la Verdad la Caridad resplandece y puede ser vivida auténticamente. Es una interpelación personal a nuestra conducta individual que repercute en lo que está ocurriendo en la sociedad. CV apuesta a una Civilización del amor en la Verdad y abierta a la trascendencia. La fraternidad y la solidaridad son dos palabras claves de esta Encíclica.
El desarrollo es imposible sin hombres rectos, sin operadores económicos y agentes políticos que sientan fuertemente en su conciencia la llamada al bien común. Por tanto, la cuestión social se ha convertido en una cuestión antropológica, donde no se puede generar un verdadero Desarrollo Común e Integral, sin el bien espiritual y moral de las personas. Dios nos invita a salir de lo limitado e individual para buscar el bien de todos desde un autentico desarrollo que procede de la Caridad llena de Verdad.
Pbro. Jhonny Zambrano