Continuando el trabajo de inspección en los distintos establecimientos del estado Táchira, la Coordinación Estadal de Inocuidad de los Alimentos y Bebidas, adscrita al Servicio Autónomo de Contraloría Sanitaria, realizó inspecciones en las salas de matanzas y mataderos de la región con el fin de verificar las Buenas Prácticas de Fabricación y el cumplimiento de las normas para su funcionamiento.
Según informó Hecdalys Romero, coordinadora estadal de Inocuidad de Alimentos y Bebidas del SACS Táchira en el marco de la Gran Misión Abastecimiento Soberano (GMAS), a través del Estado Mayor de Alimentación, efectivos militares de la Región Estratégica de Defensa Integral (REDI) y la Dirección Nacional, se visitaron diferentes establecimientos que prestan el servicio para el sacrificio de animales denominados mataderos industriales y salas de matanzas.
Explicó Romero que, en Venezuela, al igual que otros países, se tienen normas de Buenas Prácticas de Fabricación para almacenamiento y transporte de alimentos que vayan destinados al consumo humano. “Durante las inspecciones a las salas de matanzas y mataderos industriales, se verificaron los métodos que controlan las variables que influyen directamente sobre la calidad de la carne, asimismo, se revisó la edificación, equipamiento, saneamiento, cavas, buenas prácticas de manufactura, calidad del agua, limpieza y saneamiento, así como al personal”.
Comentó que en Táchira estas Salas de Matanzas Tipo I están clasificadas como “Microempresas” y existen unas nueve, que se encuentran laborando para adecuarse a Mataderos Industriales, en las mismas se observó unos porcentajes de efectividad satisfactoria de 70% a 90%, constatando un avance significativo en el cumplimiento de la reglamentación en estos establecimientos.
Asimismo, mencionó Romero se evalúo a los médicos veterinarios asignados por la Contraloría Sanitaria en los establecimientos inspeccionados, como parte del convenio establecido para que estos puedan velar por el cumplimiento de la norma, por ejemplo, ellos realizan el reconocimiento clínico ante-mortem y también en post-mortem y dictaminan si una carne es apta o no para el consumo humano o si debe ser destruida o destinada al consumo animal.
“Estos profesionales deben hacer todo el sistema de aseguramiento en la calidad del producto, desde la recepción de la materia prima, hasta la comercialización del producto. Ellos también son responsables de la guía de movilización del transporte cárnico, donde certifica la calidad sanitaria de la carne y del transporte de alimento, fundamentándose en el Reglamento General de Alimentos vigentes en la actualidad”, agregó.