La Iglesia celebra mañana la Natividad de la Santísima Virgen María. La fiesta litúrgica va acompañada de una antigua devoción popular a María Niña. Al final de su catequesis en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco recuerda la fiesta y aprovecha para dirigir un pensamiento especial a todas las madres: «María experimentó la ternura de Dios como hija, llena de gracia, y luego otorgó esta ternura como madre a través de la unión con la misión de su Hijo Jesús. Por eso», dice, «hoy quiero expresar mi cercanía a todas las madres, de manera especial a las madres que tienen hijos que sufren».
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En la cárcel, el dolor de las madres
Francisco piensa en los hijos enfermos o marginados, pero también en los que están en la cárcel. Y a este respecto añade: «Una oración especial por las madres de los jóvenes detenidos para que no se pierda la esperanza. Desgraciadamente, en las cárceles hay muchas personas que se quitan la vida, a veces incluso jóvenes; el amor de una madre puede preservarlas de este peligro. Que la Virgen -concluye- consuele a todas las madres y a todas las madres afligidas por el sufrimiento de sus hijos».
Saludo a las familias con niños que padecen atresia esofágica
En su saludo a los fieles de lengua italiana, el Papa dirigió después un saludo especial a las familias con niños afectados por atresia esofágica, una de las anomalías congénitas que incapacitan al recién nacido para alimentarse, acompañado por el Obispo de Macerata y la unidad de cuidados intensivos neonatales del Hospital San Camillo Forlanini de Roma.
Adriana Masotti – Ciudad del Vaticano