La esquina de la paledonia es un emprendimiento que durante más de dos años ha generado clientes en tres municipios del estado Táchira: San Cristóbal, Cárdenas (Táriba) y Torbes (San Josecito) su accionar se distingue de los demás en fomentar una atención insuperable, trabajo arduo y una fe en que todo mejorará.
En su centro de mayor afluencia ubicado en Táriba, en la esquina que da paso por la conocida carrera 14, un nuevo centro motor de la economía local, está a gusto. Los vehículos que llegan a la intersección ven el producto, que es de calidad acompañado de un servicio óptimo que es lo que forja una reputación que día tras día se va consolidando.
María Cáceres junto a su esposo y tres hijos se mantienen ofertando un producto que es típico en la región y al cual se le suman otras exquisiteces que son buscadas por propios y foráneos.
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“Nosotros ofrecemos paledonias blancas, negras marmoleadas, yoyitos rellenos de arequipe y guayaba, brazos gitanos, arepas de trigo (…) toda la producción es fresca y es por esa razón que quienes prueban una vez toda esta variedad de sabores vuelven”.
Cáceres recuerda que antes de estos emprendimientos su labor se centraba en la venta de hortalizas y todo tipo de vegetales, un negocio que si bien podía ser lucrativo era de riesgo ante la pérdida recurrente de materia prima producto de la alta competencia en el mercado y el ínfimo poder adquisitivo que afectó a gran parte de la población.
Subraya que ante este constante decidió buscar una nueva forma para generar ingresos, con otros rubros que pese a que siguen siendo perecederos tiene más salida y son de mayor consumo en el estado.
“Yo trabajaba en el sector La Y, en el municipio Guásimos (Palmira) ahí vendía verduras, pero me di cuenta que día tras día era más lo que se dañaba que lo que vendía y el negocio comenzó a desmejorar, por eso busqué otras alternativas”.
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En principio la incipiente emprendedora se ubicó en las cercanías del sector El Mirador en el municipio San Cristóbal, en ese punto, cerca de un reconocido centro nocturno, se mantuvo ofreciendo sus productos hasta que por disposiciones municipales fue removida. Esta situación en lugar de amilanar sus aspiraciones concibió una reingeniería de su negocio y es allí donde se ubica en el municipio Cárdenas (Táriba) afianzando La esquina de la paledonia y sumado a ello, un nuevo punto en el centro del pueblo que es atendido por su esposo.
“En Táriba tenemos dos puntos durante toda la semana y los fines de semana vamos a los mercados de San Cristóbal y de San Josecito (…) toda la producción que adquirimos semana a semana se vende (…) es por ello que nuestro producto siempre es fresco”.
El trabajo es en conjunto, cada sábado un miembro de la familia visita el municipio Ayacucho (San Juan de Colón) donde adquiere la producción que se vende durante toda la semana en sus distintos puntos.
“Nosotros nunca nos paramos, trabajamos siempre (…) es un compromiso que todos tenemos (…) la gente me pregunta que cuándo trabajamos y yo siempre les digo que todos los días, todos”.
Apostar
Al igual que innumerables familias la situación económica los ha afectado, sin embargo, la premisa es unánime apostar por el país y porque todo mejore, de allí que dentro de sus planes no está ser parte de la diáspora que recurrentemente se aventura en otras latitudes.
“Uno no puede irse para otro país a sufrir y los hijos (…) yo no me iría para dejarlos aquí, no tengo ese pensamiento (…) aquí poco o mucho uno hace para comer y estoy bien, estoy en mi casa y con mis hijos”.
Insiste en reconocer que hay que seguir trabajando en el país, que aún hay oportunidades que deben ser cubiertas y que no es necesario buscar un futuro en otro lugar cuando tienes que trabajar por el país y por ti.
“Hay gente que dice que por allá en otros países se gana mucho pero donde quedan las humillaciones y el maltrato (…) que usted vaya a lavar platos por allá humillarse a otros (…) aquí trabajando usted hace para comer y en las noches llega a su casa a dormir con la familia”.
Proyectos
El emprendimiento en el país plantea acciones que diversifiquen la oferta de bienes y servicios, es por ello, que La esquina de la paledonia, ya promueve con sus proveedores una variación en los productos sumando a un nuevo punto donde la venta de frutas sea una nueva forma de mejorar los ingresos.
María Cáceres es una excelente oyente y una investigadora constante del mercado que, por ahora, está sosteniendo la economía del hogar, expresa que los clientes le sugieren otros productos o la combinación de éstos para que sea más apetecible lo que oferta.
“Todo se está incrementando, antes traíamos cien paledonias y ahora vamos por 600, además los productos los combinamos para que los usuarios lleven diversos manjares (…) también yo sugiero los nuevos sabores, todo es para que cuando vengan tengan más cosas para escoger”.
Con un nuevo propósito ya el negocio se está expandiendo, el alquiler de un local y la proximidad de un emprendimiento que vaya a la par del que tienen es lo que demuestra con hechos que cuando se quiere avanzar solo basta con el deseo, el trabajo y el compromiso familiar.
Carlos A. Ramírez B