Para la 105ª Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado (JMMR), que se celebrará el domingo 29 de septiembre de 2019, la Sección Migrantes y Refugiados del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral ofrece un “kit” de material en línea: una quincena de documentos que contienen reflexiones, oraciones, e ideas para homilías y encuentros.
El tema de este año es “No se trata sólo de los migrantes”. “El Papa Francisco -explica el dicasterio en un comunicado- pretende animarnos a orar y a actuar proponiendo una reflexión sobre el hecho de que los migrantes, los refugiados, los desplazados internos y las víctimas de la trata de personas se encuentran entre los destinatarios de una mayor preocupación, que concierne a todos los habitantes de las periferias existenciales y, en última instancia, a todos nosotros”.
Se invita a las iglesias de todo el mundo a celebrar la JMMR “con los migrantes, los refugiados, los desplazados internos, las víctimas de la trata de personas y las organizaciones que trabajan juntas para ayudarles”. (…)
El Papa celebrará una Misa a las 10:30 horas, en la Plaza de San Pedro. En su mensaje para este acontecimiento, el Papa invita a cultivar la “compasión”, a “actuar de inmediato para aliviar, sanar y salvar”. “Se trata de poner al último en primer lugar” porque el verdadero lema del cristiano es “primero el último” y no “yo primero y los otros después”.
El Papa advierte contra el “declive moral que nos espera si seguimos cediendo terreno a la cultura del rechazo” y nos invita “a redescubrir ciertas dimensiones esenciales de nuestra existencia cristiana y de nuestra humanidad”. Al cuidar de los migrantes, “todos estamos creciendo”, dice.
“El problema no es tanto tener dudas y temores”, dice el Papa: “El problema es cuando condicionan nuestra manera de pensar y actuar hasta el punto de hacernos intolerantes, cerrados, y quizás incluso…. racistas”.
“No se trata sólo de los migrantes: se trata de no excluir a nadie”, continúa denunciando la explotación de los recursos naturales y humanos “en beneficio de unos pocos mercados privilegiados” y el comercio de armas: “Los que sufren son siempre los pequeños, los pobres y los más vulnerables, a los que se les impide sentarse a la mesa y se les deja con las ‘migajas’ del banquete”.
Por eso, el Pontífice exhorta a “liberarnos de la exclusión, de la indiferencia y de la cultura del despilfarro” y a “dar cabida a la ternura”. (Zenit)