En el mes en que la Iglesia celebra la Jornada Mundial del Enfermo, el papa Francisco hace un llamado para que los enfermos terminales “reciban siempre los cuidados y el acompañamiento necesarios, tanto desde el punto de vista médico como humano”.
El sumo pontífice pide oración y compromiso para los enfermos terminales y sus familias en la además comparte su intención de oración en este mes que enmarca la Jornada Mundial del Enfermo, convocada desde 1992 por Juan Pablo II el 11 de febrero, memoria litúrgica de la Virgen de Lourdes.
Francisco constata que “hay dos palabras que, cuando algunos hablan de enfermedades terminales, las confunden: incurable e in-cuidable. Y no son lo mismo”. “Curar si es posible, cuidar siempre”, afirma Francisco haciendo referencia a Juan Pablo II.
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Cuidados
En nuestra cultura del descarte no hay lugar para los enfermos terminales. Y no es casualidad que, en las últimas décadas, la tentación de la eutanasia haya ido ganando terreno en muchos países. En cambio, Francisco nos invita a mirar al enfermo con amor a comprender, por ejemplo, que el contacto físico puede dar mucho, incluso a quien ya no es capaz de hablar y parece no reconocer ya a sus propios familiares, y acompañarle de la mejor manera posible, durante todo el tiempo que necesite.
No se trata de prolongar innecesariamente el sufrimiento: al contrario, el Papa insiste en la importancia de los cuidados paliativos y de la familia, que como escribió la Congregación para la Doctrina de la Fe en la carta Samaritanus bonus de 2020 “está al lado del enfermo y da testimonio de su valor único e irrepetible”.
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Apoyo
Sobre los cuidados paliativos, Francisco reitera que “garantizan al paciente no solo la atención médica, sino también un acompañamiento humano y cercano”. En tanto, al hablar sobre el rol de las familias, recuerda que “no pueden quedarse solas en esos momentos difíciles”, pues “su papel es decisivo y tienen que tener los medios adecuados para desarrollar el apoyo físico, espiritual y social”.
Por eso, el Papa concluye pidiendo las oraciones y el compromiso de todos para que “los enfermos terminales y sus familias reciban siempre los cuidados y el acompañamiento necesarios, tanto desde el punto de vista médico como humano”.
vía Vatican News