Los Agustinos Recoletos, orden religiosa que hace vida en el estado Táchira en la parroquia eclesiástica San Agatón de Palmira y el Seminario “Nuestra Señora del Buen Consejo”, están viviendo un año jubilar con motivo del 125 aniversario de presencia en Venezuela, tiempo en el cual han realizado una labor de evangelización, compartiendo el carisma del amor a Dios sin condición.
El tiempo jubilar comenzó el pasado mes de diciembre, cuando se recordó el arribo de dos frailes Agustinos Recoletos a Venezuela en 1898 por las costas de La Guaira. El Padre Eddy Polo, superior Mayor de la Orden en el país, declaró a ACI Prensa que desde entonces han sido “creadores de comunidad”, perseverando en el trabajo de evangelización “para impulsar una Iglesia más sinodal y formar el Cuerpo Místico de Cristo”.
El Padre Reinaldo Chirinos, párroco de la iglesia San Agatón de Palmira, conversó con Diario Católico sobre las características de la vida religiosa inspirada por San Agustín y compartió la programación que desarrollan en este período de celebración.
“Somos una comunidad religiosa que nació en 1588, cuando algunos frailes de la Orden de San Agustín, quisieron hacer votos de vida más austera, más contemplativa, proponiendo una forma de vida consagrada. El término Recoleto alude a interioridad, a encuentro con Dios”.
El Padre Chirinos explicó que la vida contemplativa es una vida de oración, de silencio, de recogimiento en la que los consagrados buscan el momento de encuentro con el Señor. Es una vida de austeridad y de convento, pero también requiere la acción para su sostenimiento.
“Con el pasar del tiempo, la realidad nos llevó a compartir la vida de oración con una vida de comunidad. El sentir nuestro es la comunidad, es decir, la común unión con nuestra orden y la misión evangelizadora”.
Añade que, para los Agustinos Recoletos las palabras claves son el amor y la ciencia. “El amor del corazón apasionado de San Agustín que halló la verdad en el Señor, y la ciencia desde la misma sabiduría del santo, doctor de la Iglesia quien luego de su conversión aportó mucho a la fe”.
Misión
El Padre Reinaldo recuerda un pensamiento de San Agustín “Dios se vale del hombre para salvar a otros hombres”. Así, la vida contemplativa de los Agustinos Recoletos se complementa con la vida de misión.
“Nuestra vida se enfoca desde la misión, que nosotros concebimos como el apostolado, estar en los lugares donde la Iglesia nos necesite, enfocándonos en el trabajo educativo, la ayuda a los necesitados en centros de salud y espacios de labor social. La misión también la llevamos en nuestros seminarios, acompañando a quienes deciden explorar y discernir para tomar los hábitos de Agustino Recoleto”.
Se refiere también al apostolado ministerial o sacerdotal, que se vive en las parroquias que les son confiadas, donde atienden a los fieles con la administración de los sacramentos, la escucha y la atención a los que recurren a ellos. “Por eso somos creadores de comunidad, damos testimonio siendo uno más entre nuestros hermanos”.
Apostolado
Sobre la misión de ayuda a los necesitados, el Padre José Luis Alonso, integrante de la Orden, comenta que más de un siglo de presencia en Venezuela, ha sido de servicio, de promoción cultural, religiosa, humana en muchos lugares del país. Narra que una multitud de Padres venidos de otras tierras se entregaron completamente a servir a Dios y a los hermanos.
El sacerdote Alonso se refirió a la experiencia del Padre Simeón Díaz de Ilarraza (1893-1980), quien llegó de España en 1919 y dedicó gran parte de su apostolado a los enfermos de lepra.
“Pasó 54 años atendiendo a los pacientes en el islote Cabo Blanco cerca del aeropuerto de Maiquetía y en el Lago de Maracaibo en la Isla Providencia, con una alegría, dedicación y amor que realmente dejaba a todos pensativos” expresó.
El diccionario de Historia de Venezuela de la Fundación Polar, menciona al Padre Ilarraza y lo califica como un apóstol de los leprosos. Refiere que en 1975 cuando le otorgaron la jubilación, pidió que lo dejasen asistiendo a los enfermos hasta el fin de su vida.
Presencia
El Padre Reinaldo Chirinos, comenta que en la historia del Táchira se observa cómo muchos sectores de este rincón de Los Andes han sido evangelizados por los Agustinos Recoletos: San Pedro del Río, Borotá, Las Mesas, parte de La Grita, San Cristóbal.
“Ahorita estamos asentados aquí en Palmira. Tenemos la Iglesia San José en San Cristóbal, que pertenece a la Orden y la Iglesia del Buen Pastor, se dieron en comodato (a la Diócesis) porque somos pocos religiosos en este momento”.
Explica que en la parroquia San Agatón de Palmira tienen la casa de la Orden y el Seminario. En total son cinco (4 sacerdotes y un religioso). En el Seminario se están formando 10 estudiantes, de los cuales cinco están en la etapa de propedéutico, tres cursan el primer año de filosofía y dos van a comenzar la experiencia del noviciado.
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En la parroquia San Agatón atienden 11 comunidades que están en proceso de expansión. Como el territorio es extenso, cada comunidad tiene su capilla, de manera que el acompañamiento es laborioso y se realiza apegado al sentido de la vida de los Agustinos.
“Un compañero fraile, el Padre José Luis Alonso, dice que nosotros como Agustinos Recoletos tenemos que trabajar con diez, no trabajar como diez. Es decir, llamar, convocar, animar, delegar para que la labor transmita lo que se es. Trabajar de la mano con la gente, con la comunidad”.
Jubileo
En este año de gracia, el Papa Francisco concedió la indulgencia plenaria del paso por la Puerta Santa, beneficio que se otorgó a los templos en cuatro parroquias de Venezuela: Nuestra Señora de Guadalupe en Caracas, Nuestras Señora de la Consolación en Barquisimeto, Nuestra Señora de la Consolación en Maracaibo y la parroquia San Agatón en Palmira.
Es así como los cristianos que realicen la peregrinación, se confiesen, pasen por la Puerta Santa y participen de la eucaristía, reciben esta bendición de Dios para que permanezcan en gracia y, a través de la oración y de las obras de misericordia perseveren en la fe.
“Todos somos mendigos de Dios y vamos hacia Él. Este es el significado de pasar por la Puerta Santa. Por eso invitamos a todas las parroquias, a todas las comunidades y a todas las personas a peregrinar hasta acá, estar en oración y participar de la eucaristía” expresó el Padre Reinaldo.
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El párroco de la Iglesia San Agatón anunció que en el mes de abril se realizarán las Olimpiadas Agustinianas con los participantes de la catequesis y sus familias. Este evento aspira resaltar los valores agustinianos como son la amistad, la fraternidad, la interioridad, la comunidad y el respeto.
Para finalizar, el Padre Chirinos ratifica el sentimiento de gratitud por la bendición que significa este año jubilar para los Agustinos Recoletos en Venezuela. “Es una bendición y una oportunidad de darnos a conocer, de mostrar que somos una comunidad para la comunidad en donde podemos manifestar el amor y la ciencia desde la entrega a Dios, a su palabra. Nos donamos hasta darnos a nosotros mismos para acompañar al hermano que sufre, que toca nuestras puertas”.
Ana Leticia Zambrano