Año tras año los fieles que se acercan hasta la Basílica de Nuestra Señora de la Consolación, observan a través del relicario a la patrona del estado Táchira, una pieza de gran belleza donde reposa la madre de Dios.
El relicario de la Virgen de la Consolación ostenta más de 300 años, una edad que lo ubica como el más antiguo de Venezuela, un logro sin igual luego, que historiadores y presbíteros, afirman que el haberse mantenido intacto luego de la guerra de la Independencia, la guerra Federal y todas la confrontaciones que se gestaron en el país le da un característica envuelta en misticismo que lo convierten en un refugio para todo aquel que venera a la madre de los Andes.
“El relicario de la Virgen fue hecho luego del mandato del obispo de Santa Marta, Jaime de Pastrana, hace 329 años (…) luego de tantos años se mantiene intacto y protector, vigilante de su pueblo desde Táriba hasta los confines del Táchira”.
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El lugar donde reposa con seguridad la Virgen de La Consolación es prueba inefable del milagro de su aparición, así como es protegida representa como es protegido el pueblo de Dios que se rinde a los pies de la madre del estado que los acompaña durante todo el año desde la hermosa población de Táriba, en el municipio Cárdenas.
“Este artístico relicario, de cuerpo en madera noble recubierta por láminas de plata, fue encargado y donado por Mons. Gregorio Jaimes de Pastrana y Bazán (Villa de San Cristóbal, 1626 – Santa Marta, 1690), primer tachirense y venezolano que alcanzó el orden episcopal y regentó la Diócesis de Santa Marta (Colombia) (…) es una obra de arte de la orfebrería y platería barroca colonial hispanoamericana, neogranadina específicamente, elaborada tomando como modelo o forma los trípticos portátiles flamencos del siglo XIV, trabajados en madera”.
Los fieles que visitan La Basílica de Nuestra Señora de la Consolación, no solo en su día central, sino durante todo el año, dan testimonio que el relicario que resguarda a la santa imagen forma parte integral de todo el milagro que engloba la a la Virgen en todo su esplendor.
“El relicario o guarnición-relicario, fue concluido en Pamplona el 3 de agosto de 1687 por el maestro mayor de platería Alonso de Lozada y Quiroga (en el Museo de Arte Religioso Arquidiocesano de Pamplona, se encuentran unas sacras con la marca o sello y firma de este maestro platero), quien en la parte posterior del relicario denominó a la imagen pintada en la tabla «Madre de Dios de Consolación de Táriba”
Oración
Oh! Virgen Santísima de La Consolación, que tu maternal bendición esté sobre mí en el día, en la noche, en el trabajo, en el descanso, en la salud, en la enfermedad, en la vida, en la muerte, en el tiempo y en la eternidad.
Santísima Virgen María, madre y abogada mía,
no permitas que te ofenda en este día
y para eso dame tu santa bendición.
En el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo.
Amén.
Carlos A. Ramírez B.