En el rezo de las Vísperas Solemnes de este sábado 15 de marzo, monseñor Lisandro Rivas, Obispo de la Diócesis de San Cristóbal, reflexionó sobre la conversión a la que están llamados los cristianos, especialmente en el tiempo de Cuaresma.
Señaló que, como parte de la preparación para vivir el tiempo pascual, se propone volver la mirada a Dios y ponerse en camino, como parte de una comunión eclesial.
Lea también: Evangelio de hoy
“La vocación de la Iglesia es sinodal. Estamos llamados a hacer camino juntos, y por eso el Espíritu Santo nos invita a ir al encuentro con los hermanos, a caminar codo a codo, sin dañar a los otros.

Dios nos pide que en los ambientes eclesiales trabajemos juntos, dejando de lado las individualidades”.
Recordó que Dios siempre sale al encuentro de cada uno, y como el Padre del hijo pródigo conoce las miserias y debilidades de los hombres, más en su misericordia siempre espera el cambio, para que sus hijos se vuelvan a Él.

“Dios nos invita a abrazar al Padre que nunca nos ha abandonado, que es misericordioso, que se olvida de los pecados, que perdona y da vida nueva.
San Ambrosio relata hermosamente el llamado de Dios que nos anima a un cambio radical desde la ternura de Dios”.

Recordando el año del Jubileo reiteró la invitación a que como parte de esa conversión se abra el corazón y la acción para ser misioneros de esperanza.

“Una puerta de esperanza nos ofrece, viviendo una conversión para tener a Cristo como ganancia. Debemos dejarnos tocar por el Señor, cómo Pablo, para entrar en sintonía de conversión y de camino siempre en comunión con los hermanos”.


Prensa Diócesis SC