El P. Hugo Gabriel Sánchez, de Chiclayo (Perú), tenía planeado desde hace meses un viaje junto a su madre para recorrer diferentes santuarios marianos de Europa, como Fátima, Medjugorje y Lourdes, con una última y obligatoria parada en Roma.
Lo que jamás se habría imaginado este sacerdote diocesano es que su llegada a Roma coincidiría con la elección de “Monseñor Roberto” Prevost el obispo que durante más de nueve años llevó su diócesis y con quien tiene una relación de amistad, como sucesor de San Pedro.
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El pasado domingo, el Papa León XIV hizo un hueco en su ajetreada agenda para recibir en el Vaticano a su amigo, el P. Hugo, junto a su madre. «La alegría fue inmensa, pudimos hablar un poco más de 30 minutos y darle un cuadro de Cuzco que le trajimos desde Perú».
Gesto entrañable de León XIV
El P. Sánchez en la curia general de los agustinos en Roma, a pocos pasos del Vaticano y donde residía el Papa León XIV.
A pesar de haber asumido recientemente el ministerio petrino, el Santo Padre encontró tiempo para un gesto entrañable: solicitó personalmente que acogieran a su amigo y su madre en la comunidad agustiniana.
Con información de Aci Prensa