Con miras a la participación en la Asamblea Diocesana y en el camino de la sinodalidad, las comunidades de religiosos, religiosas y vida consagrada que sirven en la Iglesia Local asistieron a un encuentro fraterno con el obispo, monseñor Lisandro Rivas.
El encuentro se realizó en el seminario «Madre del buen consejo» de los Agustinos Recoletos en Palmira, donde atendieron la convocatoria sacerdotes y religiosas de varias congregaciones y laicos de vida consagrada, entre ellos Agustinos, Redentoristas, Dominicas, Siervas de Jesús, Hermanitas de los Pobres de Maiquetía, Siervas del Santísimo, Santa Mariana de Jesús (Marianitas), Fraternidad Misionera Verbum Dei, Misioneros Oblatos, entre otras.
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Monseñor Lisandro expresó que se trató de una oportunidad maravillosa para reforzar el caminar juntos, pues la realidad del mundo y de la Iglesia llama a unir esfuerzos para predicar a Cristo.
«La sinodalidad no es una modernidad, es una manera de ser. En el caso de la Iglesia de San Cristóbal que quiere ser fiel a la misión evangelizadora en espíritu y verdad, la vida religiosa y consagrada participa enteramente de esta misión en los colegios, en las casas de formación y en la oración» manifestó el Obispo.

Expresó que como Padre y Pastor tiene el deseo de fortalecer la unidad en la diversidad, de hacer eco en lo que acontece en la vida religiosa de la Iglesia de San Cristóbal.
«Como pastor vine para dar continuidad y también aportar novedad. Por eso llevo en mi corazón el deseo de una mayor participación tanto de los sacerdotes y diáconos, como de la vida consagrada. Hay la mayor disponibilidad de trabajar en conjunto para ser fermento, sal y luz que proclama el evangelio de Cristo”.
Bajo la conducción del Padre José Gabriel Rodríguez, vicario de la vida consagrada de la Diócesis de San Cristóbal, los participantes se comunicaron entre sí, para luego compartir impresiones con monseñor Lisandro Rivas, quien estuvo acompañado por monseñor Ramiro Díaz Sánchez, obispo emérito de Machiques.

“Se nos pide acercamiento para contribuir desde cada carisma a la edificación del Reino. Para crecer la Iglesia debe abrir la puerta y el corazón. (…) Estamos llamados a estrechar vínculos de respeto y comunión con los párrocos, reconociendo la gran riqueza que tiene la Diócesis de San Cristóbal gracias a la labor de las congregaciones religiosas (…) promoviendo el caminar juntos”.

Actualmente, en la diócesis de San Cristóbal hacen vida 10 congregaciones femeninas y 10 congregaciones masculinas, cuyos integrantes suman un total de 221 religiosos, presentes en toda la extensión del estado Táchira.
Ana Leticia Zambrano