Todo está listo en Türkiye y Líbano para la llegada de León XIV. El primer viaje apostólico internacional del Papa estadounidense se inicia bajo el lema del testimonio y el encuentro. El Sucesor de Pedro vuela a Oriente Medio para confirmar en la fe y llevar la belleza de Cristo, que salva a toda la humanidad. Es grande la expectación de las comunidades católicas, y no solo de ellas, en ambos países, situados en continentes que no se han librado de las guerras y la violencia, pero que son capaces de construir, a menudo con no pocos sufrimientos y contradicciones, vías de diálogo, acogida y paz.
Los dos lemas elegidos para la visita: «Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo» y «Bienaventurados los que trabajan por la paz» ponen de relieve el corazón de estas etapas bajo el signo de la esperanza, la unidad y la fraternidad.
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El viaje a Türkiye se centrará en la celebración ecuménica de los 1700 años del Concilio de Nicea, mientras que en el país de los cedros uno de los momentos más emotivos será la «oración silenciosa» en el puerto de Beirut, donde hace cinco años una explosión mató a más de 200 personas e hirió a 7000. Para el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado de la Santa Sede, la visita del Pontífice aportará esperanza, paz y un nuevo impulso a los cristianos de Oriente Medio.
Eminencia, este es el primer viaje apostólico de León XIV. Türkiye y Líbano, dos etapas, dos deseos que también estaban en el corazón de Francisco. ¿Con qué sentimientos se dispone a partir el Papa?
El Papa retoma el bastón del peregrino. Antes que él lo hicieron Pablo VI, luego Juan Pablo II, luego el Papa Benedicto y el Papa Francisco… Él también sigue un poco los pasos de sus predecesores. Imagino que será un viaje muy deseado, ya que es el primero de su pontificado.
Va con los sentimientos que siempre han acompañado a los Sumos Pontífices en el ejercicio de su ministerio petrino, es decir, el de encontrarse con las comunidades cristianas de los lugares, de los países, y confirmarlas en la fe, porque esta es la tarea del Sucesor de Pedro, y al mismo tiempo el de encontrarse con los pueblos, con sus autoridades, con las comunidades civiles, y ser para ellos un mensajero de paz, concordia y diálogo. Por lo tanto, imagino estos sentimientos de alegría, al mismo tiempo que las expectativas de realizar estas tareas que se le han confiado a su persona y a su cargo.



