Este tercer domingo de Adviento, llamado también de Gaudete o de la alegría, el obispo de la Diócesis de San Cristóbal, monseñor Lisandro Rivas, celebró el primer aniversario de su toma de posesión como sexto obispo de la Iglesia Local.
La eucaristía se realizó en la parroquia Divino Redentor de la Unidad Vecinal, donde el pastor diocesano acompañado por un grupo de sacerdotes, diácono, servidores y laicos, agradecieron a Dios por su episcopado.
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Al inicio de la misa, el obispo agradeció la presencia de todos y encomendó a todos sus colaboradores, sacerdotes y a los fieles que la Santa Sede le ha confiado.
«El Señor ha estado grande conmigo; agradezco este año de gracia y de bendición, de conocer a este hermoso pueblo y encomiendo en esta eucaristía a sacerdotes, colaboradores y laicos para que el Señor nos permita seguir construyendo el Reino de Dios», dijo.

La homilía fue pronunciada por el presbítero Sender Hernández, rector del Seminario Santo Tomás de Aquino, quien reflexionó sobre el significado del tercer domingo de Adviento, llamado Gaudete, o de la alegría, cuando se invita a los creyentes a regocijarse por la cercanía de la llegada del Mesías.
» La Navidad que se acerca es la fiesta de la liberación, de saber que quien llega es el Salvador», dijo el sacerdote.

Sobre el aniversario del obispo, expresó que monseñor Lisandro fue enviado a ser voz y signo en este pueblo que le quiere: «Hoy agradecemos a Dios por su presencia en esta Diócesis que se sigue renovando en espíritu y verdad.
Luego de la comunión, el presbítero Luis Merchan, párroco y Vicario de Pastoral señaló que es una bendición tener a monseñor Lisandro como pastor.

«Este es un pueblo noble, cada Diócesis tiene el pastor que se merece. En este tiempo hemos sido testigos de su compromiso inquebrantable con el Pueblo Santo de Dios (…) Hace un año lo recibimos con muchas expectativas y hoy damos gracias a Dios por la labor que ha realizado en nuestra Iglesia».



