Cientos de migrantes venezolanos acampan en tiendas de campaña a lo largo de una importante autopista en el norte de Bogotá mientras esperan regresar a casa, incluso cuando las estrictas restricciones fronterizas complican el retorno de los que huyen del actual bloqueo de coronavirus de Colombia.
La agencia de migración de Colombia aseguró que Venezuela redujo las entradas diarias en un 80%, frenando los viajes de decenas de miles de inmigrantes.
“Aunque sea peor allá, nosotros allá tenemos donde vivir, nosotros allá no vamos a dormir así”, dijo Hilda Herrera, de 63 años, señalando a la tienda donde duermen los cinco integrantes de su familia.
El campamento está ubicado en un separador cubierto de hierba y bordeado por tráfico pesado.
Aunque al menos un supermercado cercano permite a los inmigrantes usar sus baños, tienen que bañarse en una zanja.
Algunos acampado desde hace dos semanas mientras esperan los autobuses que los lleven a la frontera.
Las autoridades de la ciudad dicen que ofrecieron alojamiento en refugios, más de 500 pruebas de coronavirus y proporcionaron máscaras faciales y desinfectante.
El Gobierno de Maduro restringió los cruces a solo tres días a la semana, con alrededor de 400 inmigrantes a los que se les permite regresar diariamente, dijo Migración Colombia.
María Rivero, de 39 años, viaja con su nieta de tres años. Llegó a Colombia hace solo dos meses para visitar a su familia, no ha podido regresar y admitió que anhela ver a su esposo y su padre.
“Es muy duro estar fuera y estar sin su familia”, dijo, sollozando.
Fuente: Reuters.