La pandemia de COVID-19 puede agudizar el hambre en Venezuela y en países centroamericanos como Nicaragua, El Salvador, Guatemala y Honduras, alerta un informe publicado este viernes por Oxfam.
El documento es parte de un informe global, y ahonda en el caso de los países latinoamericanos donde había crisis preexistentes y en los cuales «la pandemia tendrá un efecto negativo inminente en un plazo inmediato».
Antes de la pandemia, cerca de 9,3 millones de personas estaban en condición de «inseguridad alimentaria aguda» en Venezuela y otras 4,5 millones de personas en Centroamérica.
La Oxfam es una confederación internacional formada por 19 organizaciones no gubernamentales, que realizan labores humanitarias en 90 países.
En el caso de Venezuela, señala Oxfam, desde que se desató la pandemia han empeorado varios factores que influyen en la capacidad de la población para acceder a los alimentos, tales como la hiperinflación, el desempleo y la caída en las remesas.
La escasez de la gasolina, subraya el texto, impide el normal funcionamiento del sector agrícola, con lo que se deteriora el suministro de alimentos.
En el «corredor seco», la zona de la costa del Pacífico en Centroamérica, Oxfam considera que puede aumentar el hambre que se produce de forma estacional debido a las sequías que afectan a la región en verano.
En estos países, las restricciones a la movilidad y el acaparamiento de alimentos han repercutido en el aumento de precios de productos básicos, como el maíz y el fríjol.
El número de hogares en situación de inseguridad alimentaria severa ha aumentado un 12 % entre agosto de 2019 y junio de 2020 «y las perspectivas para los próximos meses apuntan a una profundización de la crisis».
EFE