Carlos A. Ramírez B.- Cuando Mario sintió la desesperanza que generaba en su vida el alcohol no consiguió una salida contundente de parte de sus familiares y allegados, la frase trillada que retumbaba en su cabeza sin obtener resultados fue el epicentro de una crisis que ya está instaurada en su diario vivir.
¡Deja de beber¡ se ha convertido en una de las arengas menos efectivas para aquellos a quienes el alcohol les controla la vida. Nada fuera de lo común es para los alcohólicos libar licor, una práctica que la Organización Mundial de la Salud (OMS), declaró como enfermedad incurable, progresiva y mortal, en el año 1963.
Ante la incertidumbre, Mario, el promotor y responsable de constituir en el estado Táchira y Venezuela, el primer grupo de Alcohólicos Anónimos (AA), una comunidad que amparada positivamente en el anonimato e integrada por hombres y mujeres en recuperación se congregan para ayudar y asistir a otros en el marco de la una situación que destruye hogares y vidas.
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“Fui el primero que recibí el mensaje en el estado Táchira, el primero que empezó con todo aquí y en Venezuela (…) en el país lo único que existía era un grupo en Caracas todo en inglés y unos compañeros solitarios en Valencia y Maracaibo”.
Aún en la peor de sus crisis, a los 23 años, Mario esperaba la llegada de un mensaje que lo ayudará a recomponer su vida, hasta el momento solo era una presa más de una enfermedad que iba sucumbiendo su vida.
“Nadie me dio a mí nunca una solución, una manera de cómo hiciera yo para no beber (…) pero por casualidad del destino escuché una emisora colombiana eso fue en el año 1961 (…) había una emisora en Calí, Colombia que se llamaba Radio El Sol y presentaban un programa que era de Alcohólicos Anónimos y yo logré escucharlos y me causó impresión lo que dijeron, cuando se despidieron”
“Fue una encomienda de Dios, yo andaba muy mal en la calle bebiendo, sin responsabilidad y todo el mundo me daba la solución que se le da a todo alcohólico y que no resuelve nada ¡No beba ¡”
El mensaje no era más que una de las propuestas más antiquísimas de la comunidad de alcohólicos: “Si tiene usted problemas con su manera de beber visítenos o escribanos y nosotros podemos ayudarle y dieron la dirección que aún después de tantos años recuerdo: Carrera 3ra. 9-66, Grupo Central de Calí o apartado aéreo 140”.
Llamado
Después de algunos días Mario tomó una de las decisiones que cambiaría su vida que no era más que escribir la carta, entregarla en Ipostel y esperar 20 días para recibir una respuesta positiva.
“En esa época era complicado escribir una carta y a mí no me gustaba (…) sin embargo escribí una carta y el inicio de la carta era: Yo no soy alcohólico, y eso lo hice porque en esa época no sabía que el alcoholismo es una enfermedad que se caracteriza por la negación, todo alcohólico niega”.
La respuesta fue más que satisfactoria, la receptividad de ese grupo que en Colombia ayudaba a los alcohólicos llegó convertida en una luz que procuraba iluminar el camino que Mario ya veía lúgubre.
“Ellos me atendieron muy bien me mandaron información, literatura, volantes, folletos y eso me entusiasmó porque era una comunidad que tenía un renombre en el mundo (…) a mi pareció bien y me pareció bonito lo que ellos hablaban por que no juzgaban, solo hablaban de ellos, de lo que les había pasado”.
Lucha
Pero al principio nada fue fácil, el inicio de una recuperación cónsona y posteriormente la creación de una comunidad de apoyo y ayuda no era tan sencillo como lo mostraban los folletos.
“Yo empecé a leer, pero me costó mucho trabajo dejar de beber, tuve el deseo de dejar de beber y pasaron como tres o cuatro meses y yo con la literatura y todo no podía, bebía y bebía hasta que un día tomé la decisión por la gracia de Dios”.
A través de disciplina y de más lectura fortificadora Mario, para ese momento no entendió que la lucha no era a largo plazo, sino que por el contrario era una diaria, era cotidiana, era sencilla y fuerte, era del día a día.
“Se trata de vivir la vida por un solo día, el día de hoy, que es el que en realidad tenemos para vivir, no tenemos más, ninguna está seguro que mañana esté vivo”.
Proyecto
¿Cuándo tomaste la iniciativa de formalizar Alcohólicos Anónimos en el estado Táchira?
Al principio me decían que yo era un renegado que como iba a pasar para el otro lado, pero un día conseguí a un amigo que bebía conmigo (…) él me dijo como siempre que nos tomáramos algo y yo le dije que no estaba bebiendo y se escandalizó (…) y comenzamos a conversar y me dijo que él también quería dejar de beber pero que no había podido y a partir de ahí nos unimos y empezamos a leer los dos, a trabajar y se unió otro muchacho, y empezamos las reuniones en la avenida Cuatricentenaria y fue así que fundamos el primer grupo de alcohólicos anónimos el 23 de octubre del año 1961.
¿Cuáles han sido sus mayores satisfacciones?
Ver crecer el grupo y ver otros que llegan. Es una satisfacción muy grande ver que llegan personas tan mal como yo llegue o peor o mejor pero muy mal y de pronto las ves que empiezan a recoger, bien vestidos, se limpian, se bañan, van cambiando, al ver esto es una satisfacción espiritualmente muy grande (…) ves como una persona llega con el hogar destruido divorciado o a punto del divorcio, separados e irresponsable y de pronto lo ven que empieza a cumplir, mejora sus relaciones familiares, mejora todo y están gratificante que uno se enamora de eso.
¿Cuál es el legado de Alcohólicos Anónimos?
Lo que nos dejaron los primeros fundadores es el legado de alcohólicos anónimos:
Recuperación: porque programa es personal cada quien lo toma a su manera y como puede.
Unidad: mantenernos unidos como uno de los principios para la recuperación, estar en unidad.
Servicio: poder servir a otros sin esperar absolutamente nada por eso el anonimato es tan importante porque no buscamos un prestigio personal.
¿Cómo Alcohólicos Anónimos marcó su vida?
La vida me cambió el día que deje de beber. Yo era un tipo irresponsable, no llevaba ni para el mercado en la casa, mi mujer se las arreglaba para conseguir para la comida (…) la misma semana que deje de beber comenzaron las satisfacciones. Yo cobre un sábado y llegué a la casa con la plata mi esposa me dijo mañana vamos a hacer mercado y eso para mí representó una de las mayores satisfacciones.
¿Cómo se sustenta Alcohólicos Anónimos?
Nosotros no pedimos, ni aceptamos contribuciones de nadie fuera de Alcohólicos Anónimos. Nosotros pagamos nuestros propios gastos. Lo que hacemos es que en las reuniones de los grupos se pasa un bolsito donde cada uno contribuye de manera voluntaria y anónima.
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¿Por qué es importante que exista Alcohólicos Anónimos?
Es importante porque aún persiste mucha gente sufriendo y necesitada por causa del alcoholismo. Hay mucha gente que está sumida en el alcohol, hay mucha gente que está en la penal por haber cometido un delito bajo los efectos del alcohol, hay muchas mujeres que están encerradas en su casa y beben a escondidas, hay mucha gente que sufre por que el alcohólico sufre mucho porque en los momentos de lucidez se da cuenta de todo lo que ha perdido en la vida.
Actualidad
Mario el precursor de Alcohólicos Anónimos en la entidad y el país es un ciudadano colombiano nacido en Bucaramanga, pero convertido en tachirense con sus 85 años de edad y 72 conviviendo en esta tierra.
Se mantiene activo en la comunidad y un ferviente defensor de la anonimidad la cual considera el centro de todo el proceso de mejora de quienes padecen de este flagelo.
“No buscamos notoriedad hay que aprender de la humildad”.
Destaca que la enfermedad no tiene que dar vergüenza, porque es como cualquier otra y reafirma con una máxima para aquellos que padecen:
“Hoy no se bebe, mañana no sé, pero hoy no, pase lo que pase hoy no”.
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