Desde este 19 hasta el 26 de septiembre los catequistas en Venezuela estarán celebrando la semana nacional de la catequesis con el lema «El ministerio laical del catequista: un carisma para la Iglesia sinodal en salida». Iluminados por el anuncio del Santo Padre al elevar el servicio del catequista a ministros a través de la carta apostólica en forma Motu Proprio del Papa Francisco, Antiquum Ministerium” esta semana los catequistas conocerán que significado tendrá este ministerio.
La Semana Nacional de la Catequesis será una oportunidad para profundizar en el ministerio del catequista, desde la iluminación de la carta apostólica en forma Motu Proprio del Papa Francisco, “Antiquum Ministerium”. Durante la semana, se dará a conocer el Mensaje del Departamento de Catequesis a los catequistas, lectura orante de la Biblia y reuniones de equipos parroquiales para analizar la realidad de la catequesis: «Perspectivas y conclusiones».
De igual manera, se realizarán dos encuentros virtuales formativos: el primero de ellos se realizará el día martes 21 de septiembre a las 03:00 p.m., con el Pbro. Omar Osiris López Garcia, oficial en el Consejo para la nueva Evangelización desde la Ciudad del Vaticano quien abordará el tema «Un acercamiento a la carta apostolica «Antiquum Ministerium». El segundo tendrá lugar el jueves a las 4:00 p.m., con el Pbro. Santiago León, Director del Departamento de Catequesis, quien presentará la ponencia «El ministerio laical del catequista un carisma para la Iglesia sinodal en salida».
Significado del logo de la Semana Nacional de la Catequesis
El logo de la Semana de la Catequesis expresa el don y la misión del ministerio laical del catequista. El interlocutor de la catequesis (el adulto, joven o niño) ha de alzar la fe, como se vuela un papagayo, para ello, el catequista inicia al participante en un proceso dinámico de acompañamiento en el que el soplo del Espíritu Santo hace su obra. El catequista acompaña dando testimonio de su experiencia con Cristo, por lo que, enseña a sostener la fe viviendo la realidad histórica desde la acción de la Trinidad en un encuentro con la palabra de Dios.
El catequista, dispuesto a discernir los signos de los tiempos ayuda al interlocutor de la catequesis a aprovechar el soplo del Espíritu para hacer su fe más madura e incorporarlo en la comunidad a vivir la alegría de la fe como lo hizo la Virgen María. El catequista aupa la fe, sabe cuándo hay que soltar hilo o recoger para que la fe se eleve, además, sabe reconocer cuando el iniciado es capaz de mostrar su vuelo, por lo que se retira y mira con gratitud la hermosura de la obra de Dios.
El catequista no se queda esperando a que alguien tenga ganas de iniciarse, él busca y encuentra caminos para proponer la nueva vida en Cristo, lo hace con el anuncio kerigmático. El catequista vuela el papagayo de su fe en sinodalidad con los demás logrando conquistar los corazones para Cristo.