Si bien es cierto que la fortaleza de un matrimonio se basa en una verdadera relación de respeto, amor, confianza y apoyo mutuo, también es cierto que la vida conyugal no está exenta de afrontar momentos difíciles y complicados que, una vez sorteados, terminan dándole una mayor estabilidad a la pareja, en lo particular, y a la familia, en lo general.
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Ahora bien, si tu deseo es tener un matrimonio fuerte y feliz o buscas que tu relación matrimonial sea excepcional, el Padre Ángel Espinosa de los Monteros te da cinco consejos puntuales que te permitirán lograrlo.
1. Anclados a Dios
El matrimonio, explica el sacerdote, debe estar muy anclado en Dios, porque el que dijo “lo que Dios ha unido que no lo separe jamás el hombre”, fue Dios Nuestro Señor.
“En el mundo católico esto (el matrimonio) es para siempre. Si lo dijo Dios Nuestro Señor, tenemos que vivir con su gracia. Entonces, ¿qué significa anclado en Dios? Eucaristía, oración, el rosario, tradiciones católicas y todo lo que nos ayude a estar fieles, a recibir la gracia de Dios”, indicó.
2. La bondad
En una relación tal vez no se necesitan muchísimas cosas, indicó el padre Espinosa de los Monteros a través de un video publicado en su cuenta de YouTube, pero hay dos aspectos que son fundamentales, la bondad y la benignidad, y ambas “son frutos del Espíritu Santo”.
“Te quiero hacer feliz, porque me caso contigo. Quiero encargarme de ti, de tu vida, de tus cosas, hacerte feliz. Yo no te puedo hacer del todo feliz, porque cada quien tiene que ser feliz, pero yo soy un complemento en todos los sentidos, en el diálogo, en la presencia, en la intimidad, queremos tener unos hijos, platicarnos, hablarnos, pasearnos. Por tanto, hay bondad”, aseveró.
3. Honestidad
En una relación decir la verdad es una cosa maravillosa, porque vivir la verdad es hacer la verdad. Así, la honestidad es fundamental, y ello permite darse cuenta cuando no se está haciendo algo bien y que con ello existe la posibilidad de poner en riego el matrimonio.
“Estoy coqueteando por fuera, me estoy metiendo en problemas, estoy teniendo una amistad demasiado peligrosa con otra persona, estoy minando nuestro matrimonio. Una persona honesta detecta un peligro, detecta una situación e inmediatamente se aleja y pone un alto; o, por el contrario, detecta las cosas buenas, las promueve, las quiere. Honestidad”, destacó el padre Ángel Espinosa de los Monteros.
4. Capacidad de sacrificio
Quién haya asegurado que casarse es una cosa maravillosa o que al contraer matrimonio serán felices por siempre, están incurriendo en una equivocación pues la vida en pareja estará llena de sacrificios, por lo que, desde antes de casarse, la pareja debe estar consciente de que “el matrimonio es una cruz y hay que cargarla con amor”.
“El matrimonio, el trabajo, el sacerdocio, la vida, es un sacrificio. Hay sacrificio por todas partes. Una persona que no quiere sufrir cuando el matrimonio se convierte en sacrificio porque tenemos un hijo especial, porque no nos alcanza el dinero, porque llegó la pandemia y estamos encerrados, no puede decir “yo no aguanto el sacrificio y me voy”, advirtió.
5. Formación de los hijos
Finalmente, puntualizó el reconocido sacerdote, para lograr un matrimonio fuerte y sólido, los padres deben formar muy bien a sus hijos, ya que “los hijos son la fuente de las más profundas alegrías y de las más terribles tristezas”.
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“¿Qué tipo de hijos quieres? Formalos muy bien, mételos a Dios y llénalos de valores, de amor y de familia en su corazón para que tus hijos sean una de las fuentes más profundas de tu felicidad”, concluyó el padre Espinosa de los Monteros, de los Legionarios de Cristo.
Con información de Desde la Fe