La ceremonia fue significativa al coincidir con el aniversario de la toma de posesión de Mons. Rivas como pastor de la Diócesis del Táchira. La celebración contó con la presencia de la Vida Religiosa y el Clero Diocesano
"El Señor ha estado grande conmigo; agradezco este año de gracia y de bendición, de conocer a este hermoso pueblo y encomiendo en esta eucaristía a sacerdotes, colaboradores y laicos para que el Señor nos permita seguir construyendo el Reino de Dios"
Los peregrinos que visiten la plaza de San Pedro, cuando contemplen la escena de la natividad, les “recordará que Dios se hace cercano a la humanidad, se hace uno de nosotros, entrando en nuestra historia con la pequeñez de un niño”
La orden se convirtió en una sola voz espiritual en Génova, dando guía desde el testimonio de que la santidad florece en medio de las pruebas y las responsabilidades cotidianas; siendo así, se le recuerda con su palabra iluminada al decir “Todo pasa y todo es nada, excepto Dios”
La noche de este viernes, 10 de septiembre, el Papa acudió a la Basílica de Santa María La Mayor para rezar ante el icono de la Virgen Salus Populi Romani: un acto de confianza que siempre precede a la salida del Papa en sus viajes al extranjero. Por lo tanto, tal y como indica la Oficina de Prensa del Vaticano, el momento de oración fue también de preparación para la peregrinación que comienza mañana, 12 de septiembre, y termina el miércoles 15.
En la capilla Borghese, que custodia el icono de la Virgen con el Niño en brazos – la Salvación del pueblo romano que se ha encomendado a ella en cada momento de dificultad – el Papa Francisco depositó primero un ramo de flores en el altar y luego se recogió en oración.
La ceremonia fue significativa al coincidir con el aniversario de la toma de posesión de Mons. Rivas como pastor de la Diócesis del Táchira. La celebración contó con la presencia de la Vida Religiosa y el Clero Diocesano
"El Señor ha estado grande conmigo; agradezco este año de gracia y de bendición, de conocer a este hermoso pueblo y encomiendo en esta eucaristía a sacerdotes, colaboradores y laicos para que el Señor nos permita seguir construyendo el Reino de Dios"
Los peregrinos que visiten la plaza de San Pedro, cuando contemplen la escena de la natividad, les “recordará que Dios se hace cercano a la humanidad, se hace uno de nosotros, entrando en nuestra historia con la pequeñez de un niño”
La orden se convirtió en una sola voz espiritual en Génova, dando guía desde el testimonio de que la santidad florece en medio de las pruebas y las responsabilidades cotidianas; siendo así, se le recuerda con su palabra iluminada al decir “Todo pasa y todo es nada, excepto Dios”