25.1 C
Venezuela
martes, diciembre 16, 2025
HomeTitularesFrancisco: El perdón es una medicina muy poderosa para el alma y...

Francisco: El perdón es una medicina muy poderosa para el alma y la psique

Date:

NOTAS RELACIONADAS

Fray Riera realizó primera eucaristía en parroquia San Agatón de Palmira 

Acompañado del párroco, fray Reinaldo Chirinos, sacerdotes de los Agustinos Recoletos seminaristas y pueblo de Dios, agradeció su misión pastoral

La llama de la fe arde en el Táchira: Inicio del Centenario de San Juan de la Cruz con Ordenación Diaconal 

La ceremonia fue significativa al coincidir con el aniversario de la toma de posesión de Mons. Rivas como pastor de la Diócesis del Táchira. La celebración contó con la presencia de la Vida Religiosa y el Clero Diocesano

Mons.Lisandro Rivas celebró 1er aniversario de servicio episcopal en la Diócesis de San Cristóbal

"El Señor ha estado grande conmigo; agradezco este año de gracia y de bendición, de conocer a este hermoso pueblo y encomiendo en esta eucaristía a sacerdotes, colaboradores y laicos para que el Señor nos permita seguir construyendo el Reino de Dios"

Papa León XIV: Dios se hace cercano a la humanidad con la pequeñez de un niño

Los peregrinos que visiten la plaza de San Pedro, cuando contemplen la escena de la natividad, les “recordará que Dios se hace cercano a la humanidad, se hace uno de nosotros, entrando en nuestra historia con la pequeñez de un niño”

Beata María Victoria de Fornari Strata: “Todo pasa y todo es nada, excepto Dios”

La orden se convirtió en una sola voz espiritual en Génova, dando guía desde el testimonio de que la santidad florece en medio de las pruebas y las responsabilidades cotidianas; siendo así, se le recuerda con su palabra iluminada al decir “Todo pasa y todo es nada, excepto Dios”
spot_imgspot_img
A los participantes en el curso anual de la Penitenciaría Apostólica, el Papa reiteró que “el perdón es un derecho humano”, que a veces el confesor solo debe escuchar y perdonar, que la acogida y el acompañamiento requieren prudencia y caridad, y que todos necesitan del perdón, que no es más que sentirse amados por Dios.

Alina Tufani Díaz – Ciudad del Vaticano

Redescubrir el valor de la reconciliación, ese ministerio “que hace visible y realiza la misericordia de Dios”, es necesario, sobre todo en nuestros días, en los que “una mentalidad muy extendida tiene dificultades para comprender la dimensión sobrenatural, o incluso quiere negarla”. Lo dijo el Papa Francisco al recibir en audiencia al numeroso grupo de participantes, casi 800, en el 32º Curso sobre el Foro Interno organizado por la Penitenciaría Apostólica.

El perdón es “un derecho humano”

Tras saludar al cardenal Mauro Piacenza, Penitenciario Mayor, al regente, a los funcionarios y personal de la Penitenciaría y a los presbíteros, el Pontífice recordó sus propias palabras en una entrevista, en la que calificó el perdón como “un derecho humano”, pues se trata explicó de lo que el corazón de cada persona anhela más profundamente, “ser perdonado es ser amado por lo que somos, a pesar de nuestras limitaciones y nuestros pecados”

“El perdón es un «derecho» en el sentido de que Dios, en el Misterio Pascual de Cristo, lo ha otorgado de manera total e irreversible a toda persona dispuesta a aceptarlo, con un corazón humilde y arrepentido”, subrayó el Santo Padre, al afirmar que al dispensar generosamente el perdón de Dios, los confesores cooperan en la curación de las personas y del mundo, es decir, a “hacer realidad ese amor y esa paz que todo corazón humano anhela tan intensamente”, a una ‘ecología’ espiritual del mundo.

Tan solo escuchar y perdonar

Como en otras ocasiones, fueron tres los puntos de reflexión abordados por el Papa: acoger, escuchar, acompañar.  “Tres dimensiones esenciales del ministerio del confesor” -dijo – porque delatan el rostro de amor, de alegría, que siempre lo deben acompañar. La acogida como primera característica de un confesor, ayuda al penitente a acercarse al espíritu del Sacramento, a “no permanecer replegado en sí mismo y en su propio pecado, sino a abrirse a la paternidad de Dios, al don de la Gracia”.

La acogida es, además, la medida de la caridad pastoral que cada confesor ha madurado en su formación, explicó el Pontífice, al introducir la segunda clave, la escucha, que requiere “atención, voluntad, paciencia”, dejar atrás los propios sentimientos y patrones para “abrir realmente la mente y el corazón a la escucha”, incluso sin responder o decir nada.

“En algunas confesiones, no hay que decir nada o casi nada – quiero decir como consejo o exhortación – sino sólo escuchar y perdonar. Escuchar es una forma de amor que hace que la otra persona se sienta verdaderamente querida”, sugirió el Santo Padre.

Vaciarme de mi ego para acoger al otro

Francisco no dejó de plantear, como siempre en sus discursos, interrogantes que invitan a una reflexión y a “un examen de conciencia”, esta vez para los confesores: “Ante ciertas almas fieles, nos preguntamos: ¿tengo esta conciencia de Jesucristo vivo? ¿Tengo esta caridad hacia los demás? ¿Esta capacidad de cuestionarme a mí mismo?”.  Preguntas que el Santo Padre respondió con una sola frase: vaciarse del propio ego.

“Escuchar implica una especie de vaciado: vaciarme de mi ego para acoger al otro. Es un acto de fe en el poder de Dios y en la tarea que el Señor nos ha encomendado. Sólo por la fe los hermanos abren su corazón al confesor, por tanto, tienen derecho a ser escuchados con fe, y con esa caridad que el Padre reserva a sus hijos. ¡Y esto genera alegría!”, exclamó Francisco.

Más adelante, al hablar del acompañamiento, el Papa recordó que el confesor no decide en lugar del fiel pues no es el dueño de la conciencia del otro: “El confesor se limita a acompañar, con toda la prudencia, el discernimiento y la caridad de que es capaz, el reconocimiento de la verdad y de la voluntad de Dios en la experiencia concreta del penitente”. Por lo tanto, acompañar significa cuidar de la otra persona y caminar junto a ella y por muy breve que sea la conversación confesional, el confesor está llamado a responder y acompañar a la persona sobre todo en la “comprensión y aceptación de la voluntad de Dios, que es siempre el camino hacia el mayor bien, el camino hacia la alegría y la paz.

Todos necesitan el perdón

Al concluir, Francisco agradeció el ministerio que se les ha confiado para la “santificación del pueblo fiel de Dios” y exhortó a los participantes en el curso anual de la Penitenciaría Apostólica “habitar de buen grado el confesionario, a acoger, escuchar y acompañar, sabiendo que todos, de hecho todos, necesitan el perdón, es decir, sentirse amados como hijos por Dios Padre”

“Las palabras que decimos: «Te absuelvo de tus pecados» significan también «tú, hermano, hermana, eres precioso, precioso para Dios; es bueno que estés ahí». Y esta es una medicina muy poderosa para el alma, y también para la psique de todos.

NOTAS RELACIONADAS

Fray Riera realizó primera eucaristía en parroquia San Agatón de Palmira 

Acompañado del párroco, fray Reinaldo Chirinos, sacerdotes de los Agustinos Recoletos seminaristas y pueblo de Dios, agradeció su misión pastoral

La llama de la fe arde en el Táchira: Inicio del Centenario de San Juan de la Cruz con Ordenación Diaconal 

La ceremonia fue significativa al coincidir con el aniversario de la toma de posesión de Mons. Rivas como pastor de la Diócesis del Táchira. La celebración contó con la presencia de la Vida Religiosa y el Clero Diocesano

Mons.Lisandro Rivas celebró 1er aniversario de servicio episcopal en la Diócesis de San Cristóbal

"El Señor ha estado grande conmigo; agradezco este año de gracia y de bendición, de conocer a este hermoso pueblo y encomiendo en esta eucaristía a sacerdotes, colaboradores y laicos para que el Señor nos permita seguir construyendo el Reino de Dios"

Papa León XIV: Dios se hace cercano a la humanidad con la pequeñez de un niño

Los peregrinos que visiten la plaza de San Pedro, cuando contemplen la escena de la natividad, les “recordará que Dios se hace cercano a la humanidad, se hace uno de nosotros, entrando en nuestra historia con la pequeñez de un niño”

Beata María Victoria de Fornari Strata: “Todo pasa y todo es nada, excepto Dios”

La orden se convirtió en una sola voz espiritual en Génova, dando guía desde el testimonio de que la santidad florece en medio de las pruebas y las responsabilidades cotidianas; siendo así, se le recuerda con su palabra iluminada al decir “Todo pasa y todo es nada, excepto Dios”

DC.RADIO

RECIENTES

spot_img

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here