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Funeral del cardenal Grocholewski: la santidad, grandeza del hombre

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Esta mañana, en el funeral del cardenal Zenon Grocholewski, el cardenal Sandri leyó parte del testamento espiritual del purpurado, señalando cómo su vida fue una vida de fe y de servicio. Al final de la celebración eucarística, el Papa Francisco presidió el rito de la Ultima Commendatio y de la Valedictio.

Un hombre «peregrino de la fe y en la fe» que fue capaz de ver las semillas de santidad en el camino de la Iglesia de cada época. Un hombre que se entregó en la vida sacerdotal. Un gran estudioso – más de 550 de sus publicaciones – cordial y capaz de sonreír. Es el retrato del cardenal Zenon Grocholewski diseñado en la homilía del cardenal Leonardo Sandri, vicedecano del Colegio Cardenalicio, en el funeral del purpurado celebrado esta mañana en el Altar de la Cátedra de la Basílica de San Pedro, junto con los otros cardenales.

Siempre en el camino

Nacido en Polonia, el cardenal Grocholewski murió ayer a la edad de 80 años. Era Prefecto Emérito de la Congregación para la Educación Católica, que había dejado, por haber llegado al límite de edad en el 2015, después de 16 años. «Pedía todos los días -recuerda el cardenal Sandri- la gracia de que lo que celebraba en el altar se convirtiera en fuente de los pensamientos y las acciones cotidianas» en su servicio «humilde y atento» en Roma, en el estudio del Derecho Canónico, en la enseñanza y en los diversos cargos, primero en el Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica y finalmente en la Congregación para la Educación Católica.

«No estuvo parado sino siempre en el camino»: sobre todo – continúa – «caminó dentro de sí en el ejercicio de la inteligencia de la fe y en la profundización de los estudios jurídicos» lo que le valieron varios reconocimientos y lo vieron como colaborador de la Comisión preparatoria del nuevo Código de Derecho Canónico y en la que llevó a la reforma de la Curia Romana que culminó en la Constitución Apostólica Pastor Bonus. También fue importante su atención a las escuelas y universidades católicas con la certeza de que la visión cristiana del hombre y la historia es semilla fecunda para el crecimiento del bien común y de la sociedad.

El testamento espiritual

El cardenal Sandri quiso, finalmente, leer una parte del testamento espiritual del cardenal Grocholewski, confiando su alma a la misericordia divina, a la Virgen Negra de Czestochowa, y a la intercesión de San Juan Pablo II, de quien el cardenal había sido un cercano colaborador:

A Dios, en la Santísima Trinidad, expreso mi profunda gratitud y homenaje por el don de la vida, el sacerdocio y por todas las gracias recibidas. Sea bendito Dios. Profundamente convencido – continúa el texto del testamento espiritual leído esta mañana – de que el único camino justo de la vida en la tierra y que la única verdadera grandeza del hombre es la santidad y al mismo tiempo consciente de mis debilidades, negligencias y pecados, me humillo ante la Majestad divina confiando en su infinita Misericordia. Señor ten piedad de mí, pecador. Les pido a todos que recen por mí.

El Papa Francisco, que ayer en un telegrama recordó al cardenal como testimonio de «celo sacerdotal, fidelidad al Evangelio y edificación de la Iglesia», al final de la celebración eucarística, presidió el rito de la Ultima Commendatio y de la Valedictio.

Vatican News

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