Pbro. Jhonny Alberto Zambrano Montoya
Fe creída, Fe vivida
La Doctrina Social de la Iglesia (DSI) se enfrenta, desde el siglo XIX en adelante, al desarrollo y consolidación de dos ideologías: liberal y socialista, así como a los modelos políticos y económicos surgidos de su implantación histórica. Ambas ideologías monopolizan el debate político en Europa y el resto del mundo desde mediados del siglo XIX hasta inicios del siglo XXI.
Por ello, a continuación puntualizo algunas ideas necesarias para conocer que ofrece la Doctrian Social de la Iglesia frente a estas dos ideologías:
LIBERALISMO
-FRENTE A LA IDEOLOGÍA LIBERAL DEL ORDEN SOCIAL, la DSI sostiene una visión integral del ser humano, sosteniendo la naturaleza social de la persona y el pluralismo orgánico de la sociedad en donde esa persona se desarrolla, tiene un matiz particular al promover y defender la relevancia pública de los cuerpos intermedios (familia, Iglesia, gremisos entre otros) como expresión de la subjetividad social. Asimismo, la DSI reclama la intervención del poder político y la ley como instrumentos para la promoción de la justicia y la cohesión social, proponiendo el principio de la solidaridad como vínculo necesario para sostener el orden social.
-FRENTE A LA IDEOLOGÍA POLÍTICA LIBERAL, origen del Estado de Derecho y el constitucionalismo liberal-democrático, la DSI sostiene el principio del origen divino del poder político, la subordinación de los procedimientos democráticos a los derechos-deberes y libertades fundamentales de la persona y las asociaciones, el principio de subsidiariedad y la dimensión pública del derecho a la libertad religiosa.
– FRENTE A LA IDEOLOGÍA ECONÓMICA LIBERAL, origen del capitalismo industrial, la DSI defiende la universalización del derecho de propiedad privada y su subordinación al principio del destino universal de los bienes, al igual que la función social del trabajo y el capital creando cooperación entre ambas. A su vez, presenta el carácter relativo de la libertad económica como principio regulador del orden económico, el carácter instrumental de las finanzas y la dimensión social de la actividad económica.
SOCIALISMO
-FRENTE A LA IDEOLOGÍA SOCIALISTA DEL ORDEN SOCIAL, la DSI sostiene una visión integral del ser humano al presentar la supremacía de la persona, sus derechos y libertades sobre el orden social. De igual forma defiende la autonomía de la persona frente a los grupos, pero cuidando y manteniendo el deseo de buscar cooperación entre ellos, desestimando la lucha de clases y proponiendo la subjetividad social y la primacía de la sociedad frente al Estado.
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-FRENTE A LA IDEOLOGÍA POLÍTICA SOCIALISTA, la DSI sostiene el papel relativo de las instituciones políticas, sosteniendo la primacía de los derechos de la familia y la sociedad frente al poder político, teniendo como instrumento de resolución pacífica de los conflictos sociales la ley, la cual debe buscar la transformación de la sociedad en orden a la justicia y el bien común.
-FRENTE A LA IDEOLOGÍA ECONÓMICA SOCIALISTA, la DSI defiende la universalización del derecho de propiedad, el derecho a la libre iniciativa económica privada, el pluralismo económico, el principio de subsidiariedad y la libertad de mercado.
¿CUÁLES SON LAS CAUSAS DE TENSIÓN ENTRE LA DSI Y ESTAS DOS IDEOLOGIAS?
En primer lugar, EL REDUCCIONISMO ANTROLÓGICO: el reduccionismo antropológico liberal presenta al ser humano solo como un individuo y a la sociedad como un agregado de individuos. Por otra parte, el reduccionismo antropológico socialista convierte al ser humano en un individuo determinado por las condiciones económicas de su existencia. En ambas, la dignidad de la persona se ve disminuida a solo un valor economico o masificador, disminuyendo o despersonalizando al ser humano.
En segundo lugar, LA CONCEPCIÓN MATERIALISTA Y ECONOMICISTA DE LAS RELACIONES SOCIALES a las que conducen el liberalismo económico clásico, así como el socialismo. Las relaciones sociales dejan de ser una oportunidad para la gratuidad y la caridad de la que pueden gozar las relaciones humanas, desde el gran valor de la relacionalidad, propia del carácter trinitario.
En tercer lugar, LA PRIVATIZACIÓN de las convicciones religiosas, en el caso del liberalismo clásico, y LA SUBORDINACIÓN de las convicciones religiosas al poder político, en el caso socialista. Es necesario el respeto por la libertad religiosa, sin condicionamientos, respetando cada uno su rol, pero creando alianzas que busquen el bien de la persona y la sociedad.
En cuarto lugar, LA PRETENSIÓN SOCIALISTA de erigirse en una cosmovisión y en un método de conocimiento, así como su ateísmo teórico-práctico. Por otra parte, la busqueda de LA ABSOLUTIZACIÓN LIBERAL de la eficiencia y la libertad de decisión como norma del orden socioeconómico.
Ante esto, ¿TENEMOS ALGUNOS RETOS Y DESAFÍOS?
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En primer lugar, la posibilidad de plantear un diálogo con el liberalismo y el socialismo, reconociendo su evolución histórica, donde se promueva RESPETAR la autonomía de las realidades temporales, para que los hombres y mujeres de cada tiempo sean sujetos de su propio progreso y decisiones.
En segundo lugar, EDUCAR en el ejercicio de la laicidad positiva, donde el Estado apoye y promueva las iniciativas de la Iglesia.
En tercer lugar, SUPERAR la dimensión utópica de la política, a traves de la formación de la ciudadanía en la conciencia de sujetos libres capaces de actuar por convicciones internas, desde una autentica acción política.
A MANERA DE CONCLUSIÓN: El conocer la naturaleza de estas dos ideologías: liberal y socialista, sirve de conocimiento y mejor comprensión de la historia mundial, continental y nacional de los dos últimos siglos. Así mismo, desde una perspectiva eclesial, el conocimiento de la naturaleza y principios de la Doctrina Social de la Iglesia, nos permite conocer, comprender y asumir la relación entre la fe cristiana y el mundo social, economico y político que se desarrolla en algunos casos bajo estas ideologías, así como purificar de adherencias y prejuicios ideológicos la acción política de los católicos y su compromiso temporal.