VI Parte: La muerte
Cercana a la hora del mediodía del domingo 29 de junio de 1919 un trágico accidente acabó con la vida del ya cercano Beto venezolano José Gregorio Hernández, el “médico de los pobres”. Un vehículo lo atropelló justo cuando cruzó la calle.
Pasó las primeras horas del día, como de costumbre, en su hogar. El Dr. Hernández fue llamado por un vecino a la puerta de su casa, quien solicitaba urgente ayuda para una mujer mayor que estaba gravemente enferma a lo que salió a toda prisa Hernández a atender a la mujer.
Sin embargo, se detuvo en el camino para entrar a la farmacia, ahí compró unas medicinas que sabía necesitaba la enferma y que no podía comprar ella misma con sus recursos. Al salir del lugar ocurrió la tragedia: no logró visualizar el vehículo Essex, que era manejado, según relata la historia, por Fernando Bustamante, de 28 años.
Con fractura de cráneo murió al instante en la esquina de Amadores, La Pastora, Caracas. Testigos de la época, cuentan que se trataba del primer vehículo en la población, había poca costumbre a ellos y a su velocidad. Acontecimiento que, entonces, causó gran impacto.
Años más tarde, el chofer del carro expresó que «Ni él pudo ver el carro, ni yo lo pude ver a él». Así describió el suceso que sentenció a muerte al religioso doctor, que el próximo viernes 30 de abril de 2021 la Iglesia Universal proclamará Beato.
Carlos Peña / Diario Católico