En este artículo de Fe Creída, Fe Vivida, continuamos reflexionando sobre cómo los pastores de la Iglesia en Venezuela fueron orientando los procesos difíciles de la era revolucionaria en medio de una democracia que estaba en declive.
LAS EXHORTACIONES PASTORALES
En el AÑO 2003, los obispos en su EXHORTACIÓN PASTORAL (30 enero 2003) asumen la propia responsabilidad social y política, teniendo a Cristo como referente, recordando que los cristianos laicos, pueden tener libremente diversas visiones y opciones políticas, siempre y cuando no vayan contra los principios evangélicos, participando en el diseño y la construcción de un país más justo, libre, próspero y fraterno, para ello, indicaron que la clase dirigente deben escuchar la voz del pueblo, y no la de sus intereses partidistas, grupales o personales.
Ante la continuidad del conflicto político la CEV en su EXHORTACIÓN PASTORAL (11 julio 2003) indicaba la necesidad de “una respuesta pacífica, democrática, constitucional y electoral, que restituya la confianza al país, y se refuercen la institucionalidad y la legitimidad”.
En el 2004 indicaba la CEV en su EXHORTACIÓN PASTORAL (09 enero 2004) que la democracia y la independencia de los poderes públicos estaban en tela de juicio, con una tendencia al centralismo y estatismo, con la práctica del excesivo gasto público, lo cual favorecía la corrupción y el populismo, facilitado por la inoperancia de los organismos de control, unido a las ambiciones de los líderes políticos que no generaban confianza sobre la voluntad de encontrar salida a la grave crisis nacional.
UN DESARROLLO INTEGRAL DEL HOMBRE
El episcopado insistía en la necesidad de construir un país que buscara el desarrollo integral del hombre y la consolidación de la justicia social, la equidad y la participación, por ello invitó a la clase dirigente a entenderse en un proyecto común de país, lo cual exige un liderazgo auténtico, responsable y promotor. Igualmente es un año de contraofensiva revolucionaria con énfasis en la ideologización de la educación y los medios de comunicación masivos y comunitarios en su gran mayoría comienzan a ser dirigidos por el gobierno.
PROCESOS ELECTORALES
Este mismo año, ante la creciente popularidad del gobierno de H. Chávez se realizaron varios procesos electorales, incluyendo un referendo revocatorio del mandato presidencial, impulsado por las fuerzas políticas opositoras, tras un proceso de recolección de firmas y una elección, donde Chávez salió victorioso con el 59,06% de los votos, manteniéndose en el cargo. Los otros procesos electorales fueron de gobernadores y alcaldes, con una amplia ventaja del sector oficialista, que obtuvieron 22 de las 24 gobernaciones y el 90% de las alcaldías del país.
En el 2005 se realizaron elecciones del Parlamento. Los partidos de oposición no participaron por considerar que el Consejo Nacional Electoral (CNE) no daba condiciones para medirse en las urnas, lo que arrojó que el gobierno alcanzara la mayoría de la Asamblea Nacional. Ante este escenario de un protagonismo casi exclusivo del poder Ejecutivo y Legislativo por parte del Estado, la CEV en su EXHORTACIÓN PASTORAL (11 enero 2005) indicaba que era necesario la autonomía de Poderes Públicos, para no crear una progresiva distorsión y pérdida de la institucionalidad democrática, manifestado en el abuso del poder de una dictadura, bajo la apariencia de legalidad.
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Por tanto, los obispos en la EXHORTACIÓN PASTORAL (11 enero 2006) insistirán en un proyecto integral de país con todos y para todos, con planes y programas que respondan de modo orgánico, sistemático, creativo y coherente, a las necesidades del pueblo, invitando a la clase dirigente y la ciudadanía, con el imperativo de la conciencia, a colaborar en la solución de los conflictos, buscando contrarrestar la imposición de una ideología englobante “El socialismo del Siglo XXI”.
Vale la pena recordar lo dicho por BENEDICTO XVI: “Lo que hace falta no es un Estado que regule y domine todo, sino que generosamente reconozca y apoye, de acuerdo con el principio de subsidiaridad, las iniciativas que surgen de las diversas fuerzas sociales”.
Ante esta propuesta los obispos indican que lo más IMPORTANTE Y URGENTE ES DAR RESPUESTA CONCRETA, en la participación y la libertad, a los problemas basada en: “Una vía de transformación del país abierta a la trascendencia y a la religión, promotora de la inclusión de todos los venezolanos por la vía del diálogo y el convencimiento, que reafirme los derechos inalienables del hombre ya consagrados en la Constitución del 99 y, particularmente, ajena por igual al capitalismo salvaje y a la ideología marxista y estatista, cuyos resultados han sido negativos en los países en que se aplicó”.
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En el 2007, la CEV ratificó su anuncio del Evangelio y denuncia las medidas que afectaban negativamente al pueblo, defendiendo la democracia desde los valores éticos y búsqueda del bien común, siguiendo los lineamientos de Aparecida, sobre los problemas sociales reconoció la necesidad pastoral de iluminar la vida social del pueblo venezolano.
El episcopado indicaba que para solucionar los problemas sociopolíticos se necesitaba la aplicación de la Constitución vigente para construir una democracia social, humanista, trascendente, inclusiva y solidaria. Hay que RECONOCER EL VERDADERO SUJETO DE LA CONSTITUCIÓN QUE ES EL PUEBLO y no el Estado y menos aún el gobierno. La reforma de la Constitución que buscaba el gobierno para el 2007, fue presentada como un instrumento para dar mayor poder al pueblo, especialmente a través del denominado Poder Popular, pero en realidad buscaba la aplicación de una ideología centralista.
Como punto central se buscaba que Venezuela pasara de ser un “Estado democrático y social de derecho y de justicia” a ser un Estado Socialista, lo cual modificaría la estructura fundamental del Estado democrático, “una democracia sin valores […] se vuelve fácilmente una dictadura y termina traicionando el pueblo”, expresa Aparecida, “el principio, el sujeto y el fin de todas las instituciones sociales es y debe ser la persona humana” (GS 25).
ENTRE EL 2008-2011
Los obispos manifestaban su esperanza en algunos criterios para la participación y organización comunitaria de la juventud con conciencia social y política, para un despertar la conciencia como discípulo y misionero de Jesucristo: «Primero, es urgente recuperar entre todos el respeto y la promoción de la inviolable dignidad de la persona humana y de todos sus derechos […] Segundo, valorar una cultura del trabajo y de la colaboración solidaria en la producción y gestión de la riqueza […] Tercero, revalorizar la ciudadanía […] Cuarto, ser discípulos de la verdad, el bien y la gratuidad […] Quinto, corresponder a un país necesitado de auténtica reconciliación […] Sexto, asumir como venezolanos y cristianos los desafíos de: reconstruir la democracia, promoviendo la participación y organización ciudadana» (Carta del episcopado por el Bicentenario del 05 de julio 2011).
En el 2013 muere H. Chávez Frías. En este contexto vemos que lastimosamente, esta propuesta no fue tomada en cuenta y para el 2013 Venezuela padecía el mal de la polarización política en su mayor expresión. El bien del país exigía un entendimiento entre las partes, una plataforma común que permitiera avanzar y solucionar los problemas acuciantes. La CEV propició el diálogo franco, abierto y respetuoso, arraigado en un espíritu democrático de respeto y recíproco reconocimiento, para vencer los obstáculos que afectaban la convivencia.
Durante ESTE PERIODO EL DESEMPEÑO DE LA IGLESIA, FUE UN PAPEL MEDIADOR entre el gobierno y la oposición, la defensa de la Constitución, la promoción de la democracia y frente a la crisis socioeconómica y humanitaria, defensa de los derechos humanos. Es notable el resultado de una administración incompetente y ausencia de una verdadera visión política en el área de la infraestructura económica, resultando a la vista, la caída de producción del petróleo, la duradera escasez de recursos y materia prima, como los productos alimenticios básicos y medicamentos. Por tanto, LA CRISIS ECONÓMICA DESARROLLÓ LA CRISIS SOCIAL.
La Exhortación del 2013 (03 enero 2013), se enfocó en la necesidad de respetar la Constitución de 1999 y los procedimientos electorales guardando el principio de igualdad. Asimismo, manifestaron la preocupación por la ideologización de la legislación y procedimientos ejecutivos incompatibles con los principios del Estado pluralista, no excluyente y democrático.
Un COMUNICADO DE LA CEV (02 mayo 2013) enfatizó en las profundas divisiones políticas del país: “La paz social y política del país reclama el recíproco reconocimiento de los dos sectores […] el desconocimiento mutuo hará inviable tanto los planes del gobierno como lo aportes alternativos de la otra parte”. En nombre de los venezolanos apelaron a que cesara la represión, hostigamiento y despido injustificados de empleados públicos y violencia por razones políticas. La polarización social fue objeto de atención de los obispos invitando a establecer un diálogo.
En la EXHORTACIÓN PASTORAL (11 julio 2013), haciendo referencia a las experiencias del periodo de la formación del Estado independiente en el siglo XIX, indicaron «es indispensable construir consensos y acuerdos fundamentales para beneficio del conjunto». Su texto refería las nuevas condiciones políticas, luego de las elecciones del 14 de abril de 2013, donde resultó electo N. Maduro. Se utiliza un tono conciliador frente a los nuevos acontecimientos, sin omitir una evaluación de la situación y marcando el hecho de la evidencia de fallas en el sistema electoral durante las elecciones presidenciales.
Tanto el tono como el contenido de la Exhortación se refieren a las palabras que el PAPA FRANCISCO DIRIGIÓ a los venezolanos una semana después de las elecciones: “Al querido pueblo venezolano, y en particular a sus responsables institucionales y políticos, a que rechacen firmemente toda violencia y establezcan un diálogo basado en la verdad, el reconocimiento mutuo, en la búsqueda del bien común y en el amor por la nación” (21 abril 2013). Continuará…