El Papa León XIV dirigió un saludo a los miembros del Comité Conjunto del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa (CCEE), de la Conferencia de las Iglesias Europeas (CEC) y a representantes de las Iglesias Cristianas de Europa, a quienes recibió en audiencia el jueves 6 de noviembre por la mañana.
La delegación se encuentra en Roma para la firma de la versión actualizada de la Charta Oecumenica, un documento que, desde hace veinticinco años, orienta el compromiso de las Iglesias europeas hacia la unidad, el diálogo y la cooperación.
El Santo Padre retomó el saludo paulino de la Primera Carta a Timoteo «Gracia, misericordia y paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús, nuestro Señor» para darles la bienvenida.
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Recordó que la firma del documento tuvo lugar cerca del sitio del martirio de san Pablo, una ubicación elegida para subrayar la centralidad de su testimonio y la invitación a “mirar la historia con los ojos de Cristo”.
El Papa manifestó que «los desafíos que los cristianos enfrentan en el camino ecuménico están en constante evolución». Por ello, consideró necesario releer el contexto del documento original, evaluar la realidad europea actual y atender las preocupaciones comunes sobre la misión de anunciar el Evangelio.
Si bien «hay signos positivos y alentadores de crecimiento en algunas partes de Europa», reconoció que «muchas comunidades cristianas se sienten cada vez más en minoría». A esta realidad se suman nuevas generaciones y pueblos recién llegados, con historias y culturas diversas que exigen escucha, acogida y cercanía.
También advirtió sobre «el estruendo de la violencia y de la guerra, cuyos ecos se escuchan en todo el continente», y afirmó que en estos escenarios «la gracia, la misericordia y la paz del Señor son verdaderamente vitales».
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