Fue a Santa Brígida, patrona de Suecia, a quien la Virgen María pidió, que propagara la devoción a la meditación de sus 7 dolores, ofreciéndonos siete gracias a quienes con fe, los meditemos a diario y recemos un ave María y un gloria, después de meditar cada dolor.
Cuando queremos profundizar en la meditación, se sugiere entonces la lectura década pasaje en la biblia, y acompañar con un padre nuestro y 7 aves marías, después de cada dolor meditado.
Meditemos los siete dolores de nuestra santa, y seremos merecedores de las 7 gracias prometidas.
He aquí las siete gracias que la santísima virgen concede a las al más que le honran diariamente, meditando sus dolores, con el rezo de siete avemarías.
- Pondré paz en sus familias.
- Serán iluminadas en los divinos Misterios.
- Las consolaré en sus penas y acompañaré en sus trabajos.
- Les daré cuanto me pidan, con tal que no sea opuesto a la voluntad adorable de mi Divino Hijo y a la santificación de sus almas.
- Las defenderé en los combates espirituales con el enemigo infernal, y protegeré en todos los instantes de la vida.
- Las asistiré visiblemente: en el momento de su muerte y verán el rostro de su Madre.
- He conseguido de mi Divino Hijo que, cuantas propaguen esta devoción, sean trasladadas de esta vida terrenal a la felicidad eterna directamente, pues serán borrados todos sus pecados y mi Hijo y Yo seremos su consolación eterna y alegría.
LEA TAMBIÉN: Oración de Consagración a Rusia y Ucrania a la Santísima Virgen