En la madrugada de este jueves 19 de diciembre Mons. Lisandro Rivas se hizo presente en la parroquia Nuestra Señora del Rosario, en la ciudad de San Cristóbal, para presidir la Santa Misa de Aguinaldo.
En el atrio del templo le esperaba Mons. Luis Humberto Urbina, párroco, junto a la feligresía que, con aplausos y ondeando banderas, recibieron a su pastor diocesano.
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Dispuesto todo para el recibimiento se entonaron las notas del himno pontificio y luego, simbólicamente, hizo entrega de las llaves de la parroquia al Obispo. Posteriormente el grupo de danzas del Instituto Sagrado Corazón representó unas piezas andinas.
Tras besar el crucifijo el Obispo ingresó por la nave central del templo asperjando con agua bendita a los presentes, recorrido que concluyó con la oración en silencio frente al Sagrario.
Ya iniciada la Celebración Eucarística Mons. Urbina dirigió a nombre de la comunidad el saludo al Obispo, quien respondió expresando: “es un regalo de Dios compartir hoy contigo ustedes. Me siento muy contento y agradecido”.
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En la homilía, Mons. Lisandro recordó que la familia es fuente de vida y que por los tanto desde ella se debe respetar y promover la vida y el buen vivir.
Es necesario valorar, dijo el Obispo, a nuestros mayores y educar a los niños, destacando a la familia como pilar fundamental de la sociedad.
Al final de la celebración la parroquia presentó a Mons. Rivas algunos obsequios como muestra de su filial afecto, y el párroco agradeció gentilmente tan grata visita.
Una vez impartida la bendición dos grupos musicales rindieron homenaje al VI Obispo del Táchira con una serenata.
Prensa Diócesis SC