“Se fue al cielo llevando lo que aquí había traído, un alma dedicada a Dios”, expresó monseñor Mario Moronta, Obispo de San Cristóbal, en la misa de exequias -este lunes 15 de junio- por el eterno descanso de monseñor Julián Segurola Urquiola, en la Capilla del Geriátrico Padre Lizardo.
Siguiendo las estrictas medidas de bioseguridad, con la presencia de un pequeño grupo de sacerdotes y fieles, el Obispo presidió la misa recordando las bondades del ministerio del sacerdote español que falleció el Domingo del Corpus Christi, y trabajaba desde hace más de 50 años en Venezuela.
“Durante más de cincuenta años ejerció el ministerio, y gran parte de su tiempo estuvo con nosotros en el Táchira. Desde lejanas tierras de Zumárraga (España), entró a la congregación de los Padres Pasionistas, luego vino a Perú, y después solicitó la licencia para trabajar en Venezuela, y en nuestra diócesis estuvo como párroco en diversas comunidades”, recordó el Obispo Moronta.
Manifestó el Prelado que Monseñor Segurola, “Se fue al cielo llevando lo que aquí había traído, un alma dedicada a Dios. Trajo dos cosas que siempre lo distinguieron, celo apostólico y ejemplo de vida. Hoy despedimos a un hombre de Dios. Aquí hizo galas de sus dotes, con su sencillez y humildad, pues era un buen confesor y un gran director espiritual. Él vino de sus tierras con Cristo, y se fue con Cristo”.
Luego del rezo del responso final, el Obispo invitó a los fieles a seguir rezando por la santificación de los sacerdotes confiándolos al Sagrado Corazón de Jesús. Los restos mortales de monseñor Julián Segurola, fueron sepultados en el cementerio del Monasterio de las Madres Carmelitas Descalzas, en Paramillo.
Monseñor Julián Segurola Urquiola
Nació en Zumárraga (España), el 13 de agosto de 1930. Ordenado sacerdote el 30 de noviembre de 1954 en Urretxu. Desde 1969, ejercía su ministerio sacerdotal en la Diócesis de San Cristóbal en Venezuela. Fue Vicario en San Antonio del Táchira (1969-1971), y Párroco en diversas comunidades: El Piñal (1971-1985), Santísimo Salvador (1985-1989), Queniquea (1989-1991), Nuestra Señora de Fátima (1991), Santa Teresa, Michelena, Transfiguración del Señor (1998), Nuestra Señora del Carmen (2008). El 10 de octubre de 2001, recibió la dignidad de Monseñor como Capellán de Su Santidad Juan Pablo II. (Prensa DiocesisSC)