Los fieles de las parroquias de la ciudad de San Cristóbal, y pueblos circunvecinos peregrinaron este sábado 1 de junio hacia la Catedral para elevar una suplica al Sagrado Corazón por la democracia, la libertad, la justicia y la paz en Venezuela.
La misa fue presidida por el Obispo de San Cristóbal, monseñor Mario Moronta, y acompañado por el Obispo auxiliar emérito de Mérida, monseñor Luis Alfonso Márquez; además de los sacerdotes diocesanos y religiosos de la zona metropolitana.
Los fieles y sacerdotes peregrinaron desde muy temprano desde sus parroquias, haciendo cantos y oraciones cristianas por las calles y avenidas de San Cristóbal, para llegar al atrio de la Catedral a las 11 de la mañana a la celebración de la Eucaristía.
La homilía de la misa fue pronunciada por el Presbítero Nepomuceno Hernández, Vicario General de la Diócesis de San Cristóbal, quien exhortó a suplicar a Dios para que “cesen los males, y que emprendamos el camino de conversión en este año de la conversión de nuestra Diócesis, para ser un pueblo arrepentido de sus errores cometidos y purificados por el dolor y el sufrimiento”.
También repudió los ataques calumniosos y amenazas que recibieran recientemente el Obispo de esta diócesis, sacerdotes, fieles, el seminario diocesano, y algunas parroquias, para lo cual propuso tres actitudes para afrontar esta situación: humildad, paciencia y valentía.
Por su parte el Obispo Mario Moronta al final de la Eucaristía realizó una plegaria al Sagrado Corazón de Jesús: “Te adoramos. Eres el Dios que nos da la Vida Nueva. Desde tu encarnación y con tu Pascua nos has llenado de tu gracia. Ella ha abundado siempre y se ha enriquecido con el don de tu Espíritu con el cual nos llenamos de entusiasmo para ser tus testigos”.
En su oración, el Obispo hizo algunas interrogantes al Sagrado Corazón de Jesús: ¿Cómo es, Señor, que no hay dinero para los trasplantes de médula para nuestros niños y para atender todas las necesidades en el campo de la salud, y sí hay para comprar uniformes militares o mandar a fabricar ametralladoras? ¿Cómo es que quienes tienen que proteger nuestra soberanía permiten que los grupos irregulares hagan vida en nuestro territorio? ¿Cómo se cierran las fronteras sin ningún tipo de justificación y se hacen de la vista gorda para el negocio de cobrar por las trochas y caminos verdes que conducen a la hermana Colombia? ¿Cómo es que hay protectores del pueblo que lo catalogan como gente común cualquiera que debe hacer las colas por la gasolina sin privilegios? ¿Dónde están las autoridades para defender a nuestra gente de la especulación y de la extorsión o vacuna?… ¿Por qué quienes están en las esferas del poder ejecutivo de la nación no terminan de escuchar las interrogantes y las peticiones de nuestro pueblo?
Al final de la Misa el Obispo impartió la bendición confiando a su pueblo a la protección del Sagrado Corazón: “nunca hemos perdido la confianza en Ti, que en el bonito ícono del Santo Cristo de La Grita te reconocemos como el único y verdadero protector del Táchira y de Venezuela: protector auténtico que no emplea violencia, ni cierra puentes ni destruye ilusiones”. (Prensa DiócesisSC)