Yagnora y Martín Lima son una pareja de esposos venezolanos que junto a su hija Flor han decidido vivir como familia misionera en el Vicariato apostólico de Puerto Ayacucho, ubicado en la Amazonía venezolana.
En su juventud, Yagnora había realizado experiencias misioneras con los programas de las Obras Misionales Pontificias; después de casada y ya con hijos en una edad conveniente, decidió junto con su esposo y una de sus hijas, (el varón estaba en otra ciudad estudiando en la universidad) dedicarle un tiempo al servicio de las comunidades de las periferias venezolanas.
Puedes leer:
Francisco: Misionar es salir de sí mismo para dar lo mejor
Siendo educadores, se integraron de inmediato a los servicios de la escuela católica Madre Laura, en Parhueña estado Amazonas, a la que asisten miembros de varias comunidades indígenas. “No todo ha sido color de rosa… pero con fe,todo se puede y aprender a vivir con serenidad que estamos siempre en las manos de Dios” señala Yagnora.
Reforzar la escolaridad, en donde muchas veces faltan las condiciones adecuadas, o preparar mejor la lectura y las matemáticas, con juegos inventado por la propia Flor, son algunas de las actividades llevadas a cabo por esta familia misionera. También se han dedicado a la preparación en oficios, costura y agricultura como un espacio adecuado de creación de oportunidades para que las comunidades puedan abrirse a nuevas posibilidades de emprendimiento económico.
Martín, Yagnora y Flor son los encargados de varios servicios pastorales como misioneros de la Palabra y de la Eucaristía, así cada domingo reúnen a la comunidad para la escucha y la predicación.
Te puede interesar:
¿Dios tiene un plan para cada uno de nosotros?
Prensa CEV