El segundo día de la visita de la visita del Papa Francisco en Indonesia, el Pontífice se reunió con los jóvenes del movimiento “’Scholas Occurrentes”, y conversó con algunos de ellos.
«Hacer la guerra entre nosotros es siempre una derrota, en cambio discutir nos hace crecer», dijo Francisco a los jóvenes durante el encuentro. La presencia del Pontífice con este movimiento juvenil significa una celebración de la educación inclusiva, que enseña que «las diferencias no son algo malo, sino una belleza única», como le dice al Papa en su testimonio Christine, una joven que sufrió acoso escolar.
Durante el encuentro, realizado en la nueva sede de Casa de la Juventud ‘Grha Pemuda’, el Papa conversó con otros jóvenes y atendió al testimonio de una profesora musulmana que valora grandemente la labor del movimiento juvenil “, «Scholas es para mí una casa en constante evolución, un campo donde los jóvenes crecen como flores».
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En el momento de los regalos, el Papa recibió unas estolas cosidas y decoradas por jóvenes internos de tres centros penitenciarios, que han participado en el proyecto del poliedro, una estructura realizada con materiales naturales, tejidos y reciclados y llena de objetos personales, por más de 1500 jóvenes en la Casa de la Juventud.
Francisco dejó como regalo a Scholas Occurrentes un Icono de Nuestra Señora de la Ternura, la «Virgen de Korsun», llamada popularmente la Korsunskaya, que hasta la Revolución de Octubre se conservaba en la Iglesia de la Dormición del Kremlin.
Al final, el Pontífice plantó simbólicamente un manglar en recuerdo de este histórico encuentro. En el momento de la bendición, recordó que bendecir «significa decir bien a todos los demás, es desear el bien. Aquí son de diferentes religiones, pero Dios es uno».
Fuente: Vatican News