Es importante mencionar que la Semana Misionera es una experiencia inolvidable, un retiro espiritual popular con la participación de mucha gente. Una semana especial, hecha de caminatas, visitas, bendiciones, símbolos, celebraciones vivas, vida compartida, solidaridad.
Es un tiempo de mucho movimiento en las casas, en los templos, en las calles, por las carreteras, por los ríos, en los barrios. Veremos banderas al aire agitando esperanza, pancartas animando las caminatas y cantos encendiendo corazones. Queremos que sean muchos los que se abran al soplo del Espíritu.
Habla al corazón. Es un tiempo de esperanza, de conversión y de escuchar a Dios. Es la experiencia profunda y saludable del abrazo de Dios, del consuelo divino al desamparo humano.
Al finalizar el año formativo, los siete seminaristas de la etnia pemón del Vicariato Apostólico del Caroní que reciben formación en el Seminario Mayor Jesús Buen Pastor de la Arquidiócesis de Ciudad Bolivar, regresaron a su tierra de origen para dar inicio a la Semana de Misión Pastoral que tuvo lugar en las comunidades «Akurimá» y «Villa Heróica» en el municipio Gran Sabana.
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La semana de misión pastoral comenzó el lunes 11 de julio, con visitas los hogares con la proclamación del Evangelio y espacios de oración, y culminó el viernes 15 de julio con una Eucaristía presidida por Mons. Gonzalo Ontiveros, Obispo del Vicariato Apostólico del Caroní, quien exhortó a los seminaristas a continuar dando testimonio de la Iglesia Misionera Sinodal que sale al encuentro del que sufre.
Durante esta semana, además del trabajo pastoral, se realizaron encuentros formativos con el Obispo y momentos de recreación y compartir para fomentar la comunión y la fraternidad.
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Prensa CEV