San Juan de Beverley fue un monje benedictino de la Abadía de Whitby, obispo de Hexham y arzobispo metropolitano de York, fundador del monasterio de Beverley y venerado como santo en la Iglesia católica y en la comunión anglicana.
Estudió en Canterbury junto a san Adrián antes de convertirse en monje en la abadía de Whitby.
Lee también: «El Oratorio»: desde las calles de Lagos, el grito de los pobres y de la tierra
Su caridad era constante con los más necesitados, tanta que llega a sanar a un sordomudo, tras descubrir, pacientemente, un modo de hacerlo vocalizar.
Aunque las ocupaciones de un obispo siempre son muchas, y más las de uno como este, Juan siempre conseguía arañar algunos momentos, tantos como podía, para su oración y meditación, y por eso pasaba sus días libres en un bosque.
Sintiéndose ya cansado, se retira en el 717 al monasterio de Beverley, después de dejar a otro santo al frente de su obispado, muriendo cuatro años después San Juan de Bevérley, obispo de York, 1721.
Fundó la abadía de Beverley y se retiró en 717, dejando como sucesor a Wilfrid II.
Le puede interesar: Pastoral Juvenil y Oficina de prensa de la Diócesis de San Cristóbal realizaron Campus 2.0
después de haber renunciado a su cargo, transcurrió los últimos años de su vida en el monasterio que él mismo había fundado.
Murió en 721.