Los datos de la Cámara Colombo-venezolana (CAVECOL) para el primer trimestre de 2024 indicaron que el producto colombiano de mayor demanda en Venezuela es la confitería, superando los 19 millones de dólares del l valor de las importaciones de este sector en todo el país, siendo el mejor cliente de Colombia en los últimos dos años.
Aldo Contreras, economista, explicó las razones para que las empresas productoras de confitería colombianas lleven la delantera en este rubro, sobre todo en las regiones más cercanas a la frontera de ambos países.
“Actualmente es un producto que hoy por hoy, en Venezuela no se fabrica”.
El economista remarcó que anteriormente si se trabajaba esta industria en el país, por medio de empresas como PepsiCo y Frito Lay, con productos diversos como golosinas, papas fritas y demás.
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Sin embargo, muchas de las empresas de este sector abandonaron el país por la crisis económica y energética en los últimos años, lo que llevo a que se sustituyera el producto nacional por el importado, tanto de Colombia, Estados Unidos y demás países aledaños. Por lo cual, la producción de la confitería fue quedando mayormente para los artesanos y empresas pequeñas del país.
Razones
Para tener una idea de la demanda de este producto y su liderazgo en el mercado venezolano, CAVECOL y la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales de Colombia (DIAN), indicó que en el primer trimestre del año 2024 se importó al país 19 millones 400 mil dólares en azucares y confitería, por la relación calidad precio del sector.
Debido a que los productos colombianos llegan al mercado con un valor inferior al venezolano, a causa del rezago en innovación que sufre la industria nacional, sumado a que en muchos casos, se deben cubrir costos operativos adicionales a la crisis económica y energética del país.
El economista apuntó que “Productos que compiten a la par, como por ejemplo los de Nestlé, como el Cocosette, en San Cristóbal en su precio de venta al público, un Cocosette venezolano puede costar 3500 pesos colombianos (32 bolívares), mientras que el colombiano puede costar 2500 pesos (23 bolívares)”, lo cual hace del producto del vecino país mucho más atractivo para los comerciantes y clientes.
Los datos de CAVECOL indican una balanza comercial favorable a Colombia, resultado de las constantes crisis en distintos ámbitos, que han dejado espacios que el sector colombiano ha estado cubriendo en los últimos años.
Gabriel Angel Murillo
Pasante UBA