El encuentro de Jesús con Moisés y Elías estuvo rodeado de la luz de Dios, esto es, de su gloria. Aquellos dos, pues mostraban su experiencia desde el encuentro con Yahvé en la eternidad; en el caso de Jesús, por su realidad de Dios humanado
Ya iniciada la Cuaresma con el signo de la ceniza, hoy la Palabra de Dios sale a nuestro encuentro para indicarnos qué hemos de hacer, en qué consiste la conversión que hemos de realizar: “Hay que creer con el corazón para alcanzar la santidad y declarar con la boca para alcanzar la salvación”
En el mundo de hoy, la lógica es contraria. Como se dirá en otro lugar del evangelio, la forma de actuar tiene la medida del “ojo por ojo y diente por diente”
La lógica de Dios es diversa de la humana. De lo pequeño va surgiendo lo grande, y no al revés como le puede pasar a quienes se dejan conducir por los criterios del mundo