Por muchos siglos, la Iglesia católica ha tenido la misión de llevar a cada rincón del mundo la buena nueva, como lo es contemplar y asimilar el misterio de la encarnación del Hijo de Dios, cuyo tiempo se le conoce como navidad.
Para el Papa Francisco la perdida de vidas humanas, el sufrimiento de la población en el mundo, y la violación de derechos humanos representan crímenes internacionales, lo que le parece preocupante, pues en medio de la guerra ve la falta de voluntad para construir la paz.
Para el Papa Francisco es necesario que tanto los judíos como cristianos, hagan lo posible para detener la guerra en Ucrania y “abrir caminos hacia la paz”. Esta fue una de las peticiones hechas al concluir su encuentro con los representantes del Congreso Judío Mundial.