El Papa Francisco llegó al Aeropuerto internacional de Bagdad a las 14:00 (hora local de Irak), recibido por una alfombra roja y el Himno de la Alegría entonado en unas trompetas, para sintonizar con el lema escogido para este viaje, que reza «Todos ustedes son hermanos», iluminado en la cita bíblica del Evangelio de Mateo.
Al bajar del avión, le esperaba el Primer Ministro del país, Mustafa Abdellatif Mshatat, con quien se trasladó Su Santidad a la Sala VIP del aeropuerto, donde Francisco le regaló al Ministro un tríptico, una medalla del viaje en plata y una edición especial de su Encíclica «Fratelli Tutti», de la cual se abordan muchos puntos en esta Visita.
Previo a su viaje, Francisco se reunió con una docena de personas en la Comunidad de Sant’Egidio y la Cooperativa Auxilium, refugiados en Italia desde Irak. Ya a bordo del avión, una imagen muy especial acompañó al Santo Padre durante el viaje a Bagdad: la de la Virgen de Loreto.
Francisco es el primer Pontífice que llega a Irak, país de mayoría chiíta, golpeado por fuertes conflictos en las últimas décadas, y su propósito es llevar la luz del Evangelio y palabras de amor verdadero a una tierra donde todavía soplan vientos de guerra. El 33º viaje apostólico de Francisco bajo el lema evangélico “Todos son hermanos” ha comenzado esta mañana y finalizará el 8 de marzo.
“Un pensamiento insistente -dijo el Santo Padre en aquella ocasión- me acompaña al pensar en Irak, donde tengo el deseo de ir el próximo año, para que mire hacia adelante a través de la participación pacífica y compartida en la construcción del bien común de todos los componentes, incluidos los religiosos, de la sociedad, y no vuelva a caer en las tensiones que provienen de los conflictos nunca dormidos de las potencias regionales.”