Xinema Biaggini, investigadora del Observatorio Venezolano de Violencia en el estado Táchira informó que se registraron 15 casos de trata de personas y abuso sexual de niños, niñas y adolescentes entre el año 2022 y 2023, siendo la región su destino final para iniciar la internacionalización.
Las víctimas tienen edades comprendidas entre los 5 y 13 años, cuatro sucesos de violencia interpersonal clasificados en violencia de género y cuatro víctimas de agresiones sexuales entre los 11 y 17 años.
“Lo que determina que la mayor frecuencia de Jóvenes captadas está entre 11 y 17 años de edad” explicó la miembro del OVV.
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Señaló que “la explotación sexual también es recurrida por los propios padres de los menores de edad, lamentablemente en el estado Bolívar es muy observada esta práctica por madres, que ya han sido imputadas en las investigaciones”.
En dichos casos se dio el rescate de 17 víctimas de las cuales tan solo dos son mayores de edad, el cual se logró ya que la prensa las reportó. Lo que significa que muchos casos de trata y explotación sexual de menores pueden no ser denunciados o registrados oficialmente debido al estigma social y al miedo a represalias.
El tráfico de personas es muy frecuente en Venezuela, perjudica específicamente la frontera con el Norte de Santander, siendo usada para llegar a otros países latinoamericanos.
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El modus operandi consiste en hacer pasar a las víctimas caminando por los puentes fronterizos, haciéndoles creer a las autoridades que son ciudadanos de otros estados que van a realizar diligencias en el hermano país.
Esto ocurre debido a la falta de transparencia, la falta de acceso a información confiable, así como la vulnerabilidad en que se encuentran los niños, niñas y adolescentes por la crisis económica y social.
“Muchas jóvenes captadas saben a lo que van, pero son engañadas en cuanto a las condiciones que prestan dichos servicios” dijo.
Aun así, el consentimiento de un adolescente no es válido, por la manipulación a la que se someten, donde muchas veces se les ofrece lo que para ellas son tesoros, para así ser esclavizadas y sodomizadas para luego no tener salida.
“Se necesitan esfuerzos significativos para prevenir y combatir estos delitos” expresó Biaggini.
Yorbelys Rizo
Pasante UBA