La práctica de la cremación que es de vieja data en distintos países, es en Venezuela una incipiente industria, que con el paso de la pandemia de la COVID-19 se consolidó, acción que generó distintos cuestionamientos que se enmarcan en la praxis equivocada de resguardar las cenizas de los difuntos en nichos improvisados en sus hogares o en casos más extremos la repartición en porciones equitativas entre los familiares.
Agnes Gonxha Bojaxhiu, (Santa Teresa de Calcuta) nació el 26 de agosto de 1910 en Skopje, la capital de Macedonia Del Norte, reconocida mundialmente como la santa madre de los pobres fundó la congregación de las Misioneras de la Caridad en Calcuta, en 1950 la cual se desarrolló durante más de cuatro décadas prestando atención a pobres, enfermos, huérfanos y moribundos.
El Obispo de la Diócesis de San Cristóbal, Monseñor Mario Moronta, realizó una visita al eje de frontera, la cual aprovechó para acudir a la Casa de Esperanza Venezuela, en cuyo sitio se brinda atención a los migrantes.
Culminada la Misa Pontifical en el marco de los 423 años de la aparición de la Virgen de la Consolación de Táriba, monseñor Mario Moronta, Obispo de la Diócesis de San Cristóbal, pidió a la madre de Jesús interceder por los migrantes venezolanos.
El pasado domingo se celebró la fiesta patronal en la parroquia Inmaculado Corazón de María en la Tendida, municipio Samuel Darío Maldonado, cuya ceremonia estuvo presidida por Monseñor Juan Alberto Ayala Ramirez, obispo auxiliar de San Cristóbal.