Cuando pensamos en el futuro y presente de la Iglesia, hay más pensamientos pesimistas que esperanzadores, ya que con expresiones como: "¡los jóvenes no vienen a la Iglesia!, ¡se va acabar!, ¡le queda poco!, ¡no hay vocaciones!," entre otros, simplemente están alimentando la falta de fe y confianza en Cristo, que es propio de los cristianos católicos.
Hemos perdido la posibilidad de intimar con el instante. Hemos perdido también relación de intimidad y de conocimiento con el otro o, como lo podría decir algún filósofo, con la cosa conocida.
La pastoral urbana está llena de luces y sombras. Esto se convierte en un desafío pastoral que plantea un discernimiento nuevo por parte de los pastores y agentes pastorales de las CEB y los grupos de apostolado.
Chiara Lubich define la educación como un itinerario por medio del cual el sujeto educando, que puede ser el individuo o la comunidad, cumple, con la ayuda del educador, hacia un deber ser, hacia un fin que se considera válido para el hombre y para la humanidad.