Conscientes del peso de la responsabilidad que recae sobre sus hombros, los purpurados hacen un llamado explícito a la oración del pueblo cristiano. "La oración —afirman— es la verdadera fuerza que favorece la unidad en la Iglesia, uniendo a todos los miembros en un solo Cuerpo, el de Cristo"
Veteranos del Cónclave son los cinco cardenales creados por san Juan Pablo II: el francés Philippe Barbarin, el croata Josip Bozanić, el húngaro Péter Erdő, el bosnio Vinco Pulić y el ghanés Peter Turkson
Aunque los demás Pontífices habían superado el límite establecido, ésta es la primera vez que se celebra un Cónclave con un número que supera el límite de 120: fueron 111 en los dos Cónclaves de 1978, y 115 en los de 2005 y 2015
“En un momento tan cargado de consecuencias para la Iglesia”, como el de la elección del Pontífice, es necesario recomponer alma, mente y corazón en torno a la persona de Jesús: es Él, en efecto, a quien la Iglesia “está llamada a anunciar y testimoniar al mundo"
“Teniendo en el corazón el bien de la Iglesia, a la que he servido y seguiré sirviendo con fidelidad y amor, así como contribuir a la comunión y serenidad del Cónclave, he decidido obedecer como siempre he hecho a la voluntad del Papa Francisco de no entrar en el Cónclave permaneciendo convencido de mi inocencia”
Los cuatro sellos representan el Pabellón de la Sede Apostólica sostenido por ángeles, bajo el cual figuran las llaves decusadas. En cada sello aparecen las inscripciones: «Sede Vacante MMXXV», «Ciudad del Vaticano» y el valor correspondiente
“Toda la Iglesia, unida a nosotros en la oración, invoca constantemente la gracia del Espíritu Santo, para que sea elegido por nosotros un digno Pastor de todo el rebaño de Cristo”