En un mundo marcado por el choque de las armas, la muerte, la destrucción, el odio al prójimo, el hambre, la "deuda ecológica" y la baja natalidad, el papa ha querido extender el bálsamo de la esperanza.
“La fe es la virtud que hace al cristiano”: “Porque ser cristiano no es ante todo aceptar una cultura, con los valores que la acompañan, sino que ser cristiano es acoger y custodiar un vínculo: un vínculo con Dios y yo, mi persona y el rostro amable de Jesús. Este vínculo es el que nos hace ser cristianos”
El Catecismo de la Iglesia Católica en el numeral 2415, llama al respeto de la integridad de la creación: “(…) Los animales, como las plantas y los seres inanimados, están naturalmente destinados al bien común de la humanidad pasada, presente y futura.
“Quiero que sepan que estoy cercano, que rezo por ustedes, pero quiero que sepan que ustedes tienen a Alguno que se ha jugado por todos, que se ha arriesgado por todos”.
La cuaresma es un tiempo fuerte para la Iglesia en el cual se intensifica el llamado a la conversión, a buscar el amor de Dios y a ser reflejo de Él, llevando a la práctica las actitudes y acciones que nos definen como bautizados.
“Entra en lo secreto”: esta es la invitación que Jesús nos dirige a cada uno de nosotros al inicio del camino de la Cuaresma y que el Papa Francisco recordó al comienzo de su homilía en la tradicional celebración eucarística del pasado miércoles de Ceniza en la Basílica de Santa Sabina.