Considerada como una enfermedad muy dolorosa por especialistas, la psoriasis es una patología que no tiene cura, solo se controla, y afecta en la actualidad a más del 3% de los venezolanos.
Este padecimiento se intensifica con la ansiedad y el estrés, por lo cual los pacientes deben aprender a llevar una vida tranquila para que las lesiones que se producen en la piel no empeoren, sin embargo, no muchos pueden hacerlo.
Un ejemplo de ello es Ana María Gómez, quien fue diagnosticada a los 18 años con esta patología, y desde entonces, debe lidiar con todo lo que esto representa, como lo es heridas en los codos, palmas de las manos, cabeza y ojos.
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El camino que ha tenido que transitar no ha sido fácil, pues para controlar la enfermedad ha tenido que tomar diversos medicamentos, de los cuales algunos han sido entregados por la farmacia de alto costo del Hospital del Seguro Social Dr. Patrocinio Peñuela.
“Cuando me comenzaron los síntomas fui al dermatólogo y de allí me refirieron a Salud Ambiental, donde me tomaron una muestra para biopsia que determinó que efectivamente tenía psoriasis” expresó.
Al recibir el tratamiento las lesiones comenzaron a disminuir, y desde entonces acudía a dicho centro de salud para retirar las ampollas que debía ponerse cada tres días, cuyo fármaco debía permanecer refrigerado.
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“Iba con el récipe cada mes y ellos me entregaban los medicamentos” dijo.
Para Gómez padecer esta enfermedad es muy difícil, puesto que “el dolor que una siente sin poder aliviarlo ocasiona muchos cambios de humor, ya que tener heridas abiertas en varias partes del cuerpo las cuales sangran, genera mal aspecto” expresó.
Comentó que si bien el uso de ciertas cremas, jabones y otros productos ayudan a paliar la enfermedad, su efecto es momentáneo.
“Hay momentos donde no se puede ni tocar el agua por el ardor que causa, pues los pacientes nos sentimos como si estuviésemos quemados” dijo.
De acuerdo a las recomendaciones de su dermatólogo, no puede tener mascotas en casa, no usar perfumes, jabones de olor fuerte ni tampoco suavizantes de ropa, cloro o desengrasantes.
En cifras
Los pacientes que poseen esta enfermedad deben hacer la compra de ciertos productos dermatológicos, cuyos costos representan un golpe al bolsillo en medio de la crisis humanitaria compleja que atraviesa Venezuela.
Entre los mismos destaca, protector solar cuyo costo oscila entre 40 mil y 160 mil pesos; crema dermazol con precio de 30 mil pesos, que puede tener una duración de una semana; crema lubriderm con un valor de 18 mil pesos, con el mismo tiempo de duración en el paciente.
En cuanto al costo de los jabones para rostro y demás partes del cuerpo, pueden ir desde 25 mil hasta 70 mil pesos.
El fármaco entregado a los pacientes a través de la farmacia de alto se llama Enbrel, el cual se fabrica a partir de dos proteínas cuyo costo en Colombia supera los 800 dólares.
Riesgos
El presidente de la Sociedad Venezolana de Alergia, Asma, e Inmunología, Joselit Torres, fue enfático al mencionar que esta enfermedad es necesario que se controle pues los pacientes corren el riesgo de padecer una artritis psoriásica.
“Esto significa que el daño no sólo será hacia la piel, sino también hacia las articulaciones, pues es una patología que produce anticuerpos hacia el mismo», expresó.
Mencionó que quienes la padecen entre más estresados estén los síntomas serán peor, pues la conexión entre lo neurológico y psicológico es bastante estrecha, y por ello se le pide a la persona que debe tratar de vivir lo más tranquilo posible.
Los pacientes tienden a verse deprimidos pues al avanzar las lesiones, sienten que el cuerpo se va “deformando” por las heridas que aparecen.
Esta misma opinión la comparte La presidenta de la Sociedad Venezolana de Dermatología, Médica, Quirúrgica y Estética, Luz Marina Aular, quien recordó que la piel presenta descamaciones que ocasionan ardor y picazón.
El grado de la enfermedad se mide a través de la escala severidad del área de Psoriasis (PASI), la cual será cuantificada por los dermatólogos, y a partir de ello se regirá el tratamiento a seguir para su control.
Si bien no es una dolencia contagiosa es muy dolorosa, precisó la especialista, quien añadió que está asociada a enfermedades metabólicas, como diabetes, artritis, y obesidad.
«Es importante que el paciente entienda que no se contagia, que mucha gente lo tiene, y que el estrés puede ser parte de esos factores que la desencadenan», acotó.
La enfermedad afecta tanto a menores de edad como adultos, también existe una predisposición hereditaria, al igual que muchas otras enfermedades de ese tipo.
Maryerlin Villanueva