Vuelta al Táchira, orgullo de un pueblo que vive y siente el ciclismo

La «Grande de América» como se le conoce a la Vuelta al Táchira en Bicicleta, tiene una historia de importancia capital que enriquece un deporte que ha dado al estado reconocimiento en Venezuela y el mundo, como una de las entidades donde el ciclismo es mucho más que una simple práctica deportiva, es una pasión que se desborda en multitudes cada enero cuando en el marco de la Feria Internacional de San Sebastián se lleva a cabo este evento que reúne a la crema y nata del ciclismo del país y allende nuestras fronteras patrias.

Y la edición del 2024, la que marca el inicio de la celebración de los 60 años de su creación, no es la excepción,  ya que para este giro andino se cuenta con la presencia no sólo de los cinco equipos extranjeros que exige la Unión Ciclista Internacional para competencias de categoría 2.2 como es el caso de nuestra justa del pedal andina, sino que estarán rodando por las carreteras del Táchira, Mérida y Norte de Santander en la hermana República de Colombia más clubes foráneos,  así como más de una veintena de sextetos nacionales.

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La ruta que marca la edición 59 es variopinta en su topografía, tiene terreno para los expertos en el sprint que seguro garantizará llegadas masivas a alta velocidad, sin embargo plantea ascensos fuertes donde se exige al ciclista su máxima condición para poder enfrentar el terreno escarpado, el cual, con toda seguridad decantará y definirá quién a la postre en la etapa final con llegada en el mítico velódromo José de Jesús Mora Figueroa de Pueblo Nuevo, levante los brazos como campeón y luzca orondo su maillot amarillo que lo identifique como del mandamás del giro andino.

Datos de interés

En esta edición de la Vuelta al Táchira en Bicicleta está en juego la posibilidad de que Manuel «el gato» Medina (2006, 2008, 2011) y Roniel Campos (2020,2021,2022) se unan al gran «Cóndor de Los Andes» José Rujano, único corredor en la historia con cuatro títulos de campeón (2004,2005,2010,2015) además de otros corredores con posibilidades de  ser bicampeones como lo son los también venezolanos Carlos Galvis, Jimmi Briceño y el actual monarca José Alarcón.

Aguerridos 

La  Vuelta al Táchira está llena de ricas e interesantes historias  que bien valen la pena destacar, sobre todo por el dominio de los escarabajos colombianos en los primeros años de esta competencia que hoy está marcada como una de las grandes del continente.

En ese orden de ideas, encontramos a Guillermo Cárdenas un gran batallador nacido en Lobatera quién en el año de 1967, cuando apenas se corría la segunda edición de la Vuelta, logró, para sorpresa de muchos, ganar la cuarta etapa, convirtiéndose «Lobatera» como se le conoció a este ciclista en el mundo deportivo, en el primer hijo de esta tierra en vencer a los dominadores visitantes colombianos.

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Con el pasar de los años, las fuerzas se fueron equiparando y surgen figuras del pedal venezolano que dieron la pelea en la emocionante carrera andina, donde se pueden mencionar a reconocidos nombres como el de Santos Rafael Bermúdez campeón en 1973 o Fernando Fontes con doble banderín en 1975 y 1976, venezolanos no tachirenses que se llevaron los máximos honores rompiendo la hegemonía de los venidos de Colombia.

Pero la historia se encargó de premiar a un gran pedalista nacido en esta tierra andina: Mario Medina quién con un gran pundonor y coraje se convirtió, en año de 1983 en el primer muchacho del Táchira en ser el triunfador de la edición de ese año, consolidando con su victoria el gran momento del ciclismo venezolano de la época.

La Grita

De las etapas de mayor exigencia en la fabulosa historia de la Vuelta al Táchira, está sin duda la que llega a la ciudad del Espíritu Santo de La Grita, que independientemente de donde salga, su arribo en el Liceo Militar Jáuregui o zonas cercanas es digno de cualquier fracción de las tres grandes pruebas de Europa.

La llegada a La Grita es la única que se ha mantenido desde que se organizó el giro tachirense, allá en el lejano enero de 1966, precisamente ese año ganada por el Colombiano Álvaro Pachón. Nueve ciclistas han sido ganadores de esa histórica etapa y al final fueron campeones: José Rujano (2015 y 2005), Jimmi Briceño (2014), Hernán Darío Muñoz (2003), Raúl Gómez (1996), Leonardo Sierra (1993), Epifanio Arcila (1980), José Duaxt Hernández (1979), Patrocinio Jiménez (1977) y Fernando Fontes (1976). El ciclista venezolano Leonardo Sierra, nacido en el estado Mérida, es el pedalista que ostenta más victorias en esta tradicional fracción, cruzando la meta en primer lugar en las ediciones (1987-1988-1991-1993).

José Alarcón, el actual monarca de la Vuelta al Táchira en Bicicleta es quien se llevó el triunfo en la edición del 2023, consiguiendo a la postre su título, el cual le faltaba al merideño en su vitrina, pues ha sido ganador, entre otras carreras nacionales e internacionales, de la Vuelta a Venezuela en el año 2015, defendiendo en esa oportunidad los colores de la Lotería del Táchira, uno de los equipos más longevos de Sudamérica y que aún se mantiene vigente en las carreteras venezolanas.

Clásico Femenino

La Vuelta al Táchira en Bicicleta prepara  por segunda ocasión la realización de la competencia en la categoría femenina, la cual en su primera edición fue ganada por la consagrada pedalista nacional Ingrid Porras, cerrando el podio la colombiana  Liseth Carrero y Rosimbert Montaña, quienes terminaron en la segunda y tercera posición respectivamente.

Para este 2024 al igual que el año anterior la prueba de mujeres de la «Grande de América» se disputará en el marco de la  octava y última etapa del giro andino celebrada en el tradicional circuito de las avenidas España y 19 de Abril de la enferiada  San Cristóbal.

Cúcuta

Por segundo año consecutivo y luego de muchos años sin realizarse,  la serpenteante caravana multicolor de la Vuelta al Táchira en Bicicleta tocará suelo colombiano, será en el marco de la sexta fracción, catalogada por los especialistas como la etapa reina.

Este duro capítulo tendrá como salida el fronterizo municipio de Pedro María Ureña para adentrarse a la capital del Norte de Santander, cumplir allí dos o tres circunvalaciones y luego levantar vuelo para llegar al pie del Cristo Rey de Capacho, punto de meta donde también en varias ocasiones se ha definido la carrera.

 Carlos Rivera