La Iglesia universal unida a la Vigilia de Pentecostés celebrada en Jerusalén. Así lo ha anunciado Francisco esta mañana, al final de su discurso a los nuevos embajadores no residentes acreditados ante la Santa Sede. El Papa invita a las Iglesias de todo el mundo a rezar e implorar la paz en Tierra Santa, uniéndose a la celebración promovida por los ordinarios católicos en la Ciudad Santa.
«Mi pensamiento -dijo Francisco- se dirige a lo que está ocurriendo en estos días en Tierra Santa. Doy gracias a Dios por la decisión de detener los enfrentamientos armados y espero que se sigan los caminos del diálogo y la paz. Mañana por la tarde, los ordinarios Católicos de Tierra Santa celebrarán junto a sus fieles la Vigilia de Pentecostés en la iglesia de San Esteban de Jerusalén, implorando el don de la paz».
«Aprovecho la ocasión -añadió el Papa- para pedir a todos los pastores y fieles de la Iglesia católica que se unan a ellos en la oración. Que la súplica al Espíritu Santo se eleve en cada comunidad para que israelíes y palestinos encuentren el camino del diálogo y del perdón, para ser constructores pacientes de paz y justicia, abriéndose, paso a paso, a una esperanza común, a una convivencia entre hermanos. Estas últimas palabras se hacen eco del llamamiento a la paz en Tierra Santa ya realizado el pasado domingo.